Guerra Fría VII - Despedida



- ¿Magnus? – Repitió Alec alejando a Edrian quien aún se miraba muy aturdido. – Escucha…

- ¡Ni lo pienses! – Le dijo Magnus y cerró la puerta retirándose de la habitación ferozmente.

Alec le llamo, pero nadie volvió. El Cazador miro a Edrian. – Debo ir tras él. Malinterpreto todo.

- ¿Malinterpreto?

- Edrian, sabes por qué lo hice ¿Cierto?

- ¿Alec?

- Aun no estás bien. – Confirmo Alec y ayudo a Edrian a volver a la cama. – Mírame, ¿Sabes en dónde estás?

- En el Basilias, tú me lo dijiste.

Alec respiro. – Así es, y voy a dejarte un momento, necesito…

- No te vayas, por favor.

- Tengo que ir con Magnus, lo siento. – Alec no se quedó a dar más explicaciones, se zafo del agarre que Edrian había tenido en su brazo y salió de la habitación.

Alec había pensado que tendría que ir en busca de Magnus, se sorprendió cuando le vio en el pasillo esperando por él.

- De acuerdo, Lightwood. – Le dijo el brujo con ojos encendidos. – Te escucho.

- Edrian estaba bajo un encantamiento, estaba intentando hacerse daño el mismo, necesitaba detenerlo y…

- ¿No se te ocurrió una mejor idea?

- No se me ocurrió nada, solo…

- Viste la oportunidad de besarlo.

Alec se miró como si Magnus le hubiera golpeado. - ¿Por qué lo dices como si creyeras que yo buscaba eso?

- Nadie besa a alguien más si no quiere hacerlo, Alexander.

- Magnus, yo no quería besarlo.

Magnus le miro como si él supiera algo que Alec no. – Creo que si querías, lo has querido desde hace tiempo. - La mirada de Magnus cambio. – Pero, ¡debiste decírmelo! ¡Debiste hablarme con la verdad! ¡debiste…!

- No, no, Magnus… - Alec intento tomar la mano de Magnus. – Yo no necesitaba decirte nada, porque no hay nada, no…

- Deja de engañarte, Alec y ¡Deja de engañarme!

- ¡Nunca te engañe! ¡nunca haría eso! ¡Quería salvarlo!

- ¡LO BESASTE! – Le grito Magnus perdiendo el control y alejando su mano de la de Alec violentamente.

Alec no podía recordar si alguna vez Magnus le había gritado o había estado tan enfadado con él. Hubo silencio desgarrador entre ambos por unos segundos, como si el grito de Magnus hubiera roto algo entre ellos. La puerta de la habitación en donde estaba Edrian emitió un sonido leve, alguien había entrado a ella, ninguno de los dos giró para verificar, no les era importante en lo absoluto el mundo a su alrededor en esos momentos.

Alec cerró los ojos con fuerza, sentía como si una roca estuviera subiendo por su pecho hasta su garganta, rompiendo y rasgando todo a su paso. – Mi amor, yo…

- ¡No! Ni se te ocurra, esta vez no.

- ¡Magnus! Debes dejar que te explique, yo no…

- Lo has dejado más que claro, querías salvarle. Bien, lo has conseguido, has hecho más que eso en realidad, ahora ninguno de ustedes dos olvidara tu gran acto heroico, y tampoco yo… - Magnus no aparto su vista de la de Alec. – Nunca voy a olvidar esto. Porque entre todas las personas, ¡tenía que ser él! – La voz de Magnus sonó con desprecio al referirse a Edrian. – él, que logro entrar en tu corazón, el único a quien podría temerle por robar tu interés.

- Estas equivocado, no siento nada por Edrian, no es como tú piensas, y no entro en mi corazón. ¡Magnus, no!

Magnus ahora no podía o quería ver los ojos de Alec, nunca en su larga vida se había sentido tan traicionado, era como si espontáneamente las palabras de Alec hubieran perdido valor, cuando antes valían oro en silabas contadas una a una. En muchas ocasiones le habían traicionado, pero nunca le había importado tanto como ahora, un sentimiento nuevo y aterrador, la persona en la que confiabas tan ciegamente era quien con mucha más facilidad podía destrozarte profunda e irreparablemente, ahora lo sentía todo y sin control. – Le dejaste entrar. – Le dijo el brujo en un reproche.

- ¿Por qué? – Pregunto Alec. - ¿Por qué pones en duda mi amor? ¿Realmente lo crees? ¿Realmente crees que no te amo?

- La pregunta es, Alexander ¿Lo amas a él?

- ¿Cómo podría? Magnus, te amo.

- Eso no responde nada, tu y yo sabemos que se puede amar a dos personas al mismo tiempo. El problema es, que odio a ese imbécil, y no pretendo compartir nada con él, ni siquiera tu corazón.

- Magnus, no. – Alec luchaba por obtener aire, las palabras de Magnus parecían estar estrangulando su garganta evitando que las suyas salieran.

Preferiría renunciar a él. – Le dijo firmemente dejando a Alec sin poder hablar y mirando como caminaba hacia la salida, lejos de él.

* * * * *

Tu padre necesita saber esto. Había dicho Magnus a su hijo antes de irse en busca de Alec al Basilias. Max estaba en alerta, a pesar de que su casa estaba ahora llena de quienes eran considerados quizás los más impresionantes Cazadores de Sombras, el miedo porque a Nathan le ocurriera algo no era fácil de contener. Clary se las había ingeniado para que Nathan aceptara cenar y cambiar su ropa, ahora estaba en la habitación de Max, había estado ahí durante largo tiempo, solo sentado en el alféizar de la ventana, mirando hacia el bosque y la oscuridad.

- ¿Estas bien? – Pregunto Max tomando el lugar que Nat le hizo a su lado.

- Si, es decir, debería ¿Cierto? Estoy vivo.

Max le sonrió débilmente. - ¿Qué te preocupa?

- ¿Qué me preocupa? Es una larga lista en realidad; Perdí a mi tutor, mi hogar, ¿mi madre? – Nathan suspiro. - Los rebeldes me quieren para dañar a mi madre, mi madre me quiere para dañar a los Cazadores de Sombras y tus padres, bueno, tus padres solo me quieren lo más lejos de ti como sea posible.

- No debes preocuparte por Malec. - Dijo Max. - Te aseguro que son completamente inofensivos.

Nathan deje libre una pequeña sonrisa. - En ocasiones fantaseo con un mundo diferente ¿Sabes? -Confeso Nathan. - Un mundo en donde mi padre es un Cazador de Sombras normal y no un asesino a sangre fría, en donde mi madre me ama por ser su hijo y no por lo que pueda ofrecerle. Me imagino como sería mi vida si hubiera crecido con mis padres siendo como los tuyos, siendo buenos.

- Supongo que eso es fácil, muchas personas hacen lo mismo, tu padre cambio y marco muchas vidas. - Max se movió acomodándose sencillamente y sin preocupación a lado de Nathan entrelazando su brazo con el de él. - Si tu padre hubiera sido diferente en algún sentido, mi familia nunca hubiera ido a esa dimensión demoniaca para rescatar a sus seres amados, Mi tío Simon no hubiera perdido sus recuerdos a manos de ese demonio, entonces, él no hubiera tenido que ir a La Academia, por lo tanto, mis padres tampoco, y entonces nunca me hubieran encontrado, ni tampoco sería su hijo ahora.

Nathan coloco toda su atención en Max y recordó el discurso de su padre Magia de niños brujos perdidos en la oscuridad. Se imaginó a Max perdido en la oscuridad, un pensamiento horrible y aterrador.

Max levanto la mano para acariciar la mejilla de Nathan. - No deberías de pensar en quien pudiste ser, cuando puedes pensar en quien eres ahora y quien puedes llegar a ser. - Max le guiño. -Más interesante.

- Max. - Dijo Nathan.

- Lo sé. - Max se acercó a Nathan, estaba sonriendo. - Soy fabuloso.

Nathan se inclinó para alcanzar con sus labios la sonrisa de Max.

* * * * *

Vanessa estaba caminando apresuradamente por los pasillos del Basilias para ir a ver a Edrian, su querido amigo de la infancia, venía desde el Instituto de Idris en donde pasaba la mayor parte del día, todos los días.

Antes de que ella y Edrian hubieran ido a trabajar con el Cónsul, Vanessa había ido a una misión a Noriega en donde un grupo de mundanos con la visión habían conseguido tener una niña hada que había sido abandonada en uno de los bosques, los mundanos le hacían realizar espectáculos para personas ingenuas que creían que el líder del grupo, un charlatán, podía hacer nacer las flores cuando este tenía una revelación, había mucho dinero en juego para ellos y a pesar de las órdenes directas de La Clave para entregar a la niña, estos decidieron no obedecer y ocultar a la pequeña, Vanessa nunca se rindió, fue detrás de ellos por varios valles y regiones hasta que los encontró, y sin más papeleos de por medio, decidió tomar a la niña, luchando con el grupo enfurecido quienes no lograron hacer nada en contra de la poderosa guerrera.

Ahora la pequeña estaba segura en el Instituto, con más niños de su especie, aprendiendo del mundo de las sombras, Vanessa la visitaba todos los días, pero Vanessa también era una huérfana, tenía una casa en Idris pero nada más, no familia ni seguridad, si ella sucumbía por su deber, un riesgo que todo Cazador de Sombras tiene, no podía asegurar que alguien pudiera quedarse con la pequeña, había una lucha interna dentro de ella, deseaba con todo su corazón adoptar a Aurora pero pensaba que no podía darle más protección de la que el instituto le daba.

Vanessa siguió su caminar cerca de la habitación de Edrian cuando escucho una discusión, sigilosamente se acercó, eran El Cónsul y su compañero, el brujo Magnus Bane, al parecer esta era una discusión de pareja, la cual no le incumbía.

- ¡LO BESASTE! - Escucho Vanessa antes de abrir la puerta de la habitación, y su estómago se convirtió en un hoyo, después de escuchar una pequeña parte de la conversación, no le quedaba duda de a quien se referían, no pudo evitar sentirse triste por ello. Vanessa entro a la habitación de Edrian cerrando la puerta detrás de ella con cuidado e intentando tranquilizarse antes de enfrentar a su amigo.

- Despertaste – Anuncio la Cazadora al verle.

Edrian no se miraba como normalmente lo hacía, su mirada era adormilada y sus movimientos torpes. - ¿Quién discute afuera?

- Nuestro jefe y su esposo. Lo has conseguido ¿eh? Magnus está furioso.

Edrian movió sus piernas hacia la orilla de la cama.

- ¡¿Qué crees que haces?! – Pregunto Vanessa sujetando su brazo.

- No voy a dejar que el brujo le grite.

- No es de tu incumbencia ¿No crees que has hecho suficiente?

Edrian miro a Vanessa. – Claro que es de mi incumbencia, Alec…

- El Cónsul lo hizo para salvarte, lo escuche diciéndoselo a su esposo.

- No, no es cierto, me beso por…

- Edrian, no puedes seguir haciéndote esto, todos pueden ver que ellos se aman, de esos amores que son para siempre, entiende, por favor, deja de hacerte daño tú mismo. – Vanessa hizo que Edrian se recostara de nuevo y acomodo la sabana sobre su regazo. – Hay tantas personas allá afuera, tantos que quisieran estar con alguien como tú, porque eres honorable, valiente, inteligente y cualquiera puede enamorarse de ti, en verdad, no tienes que pasar por esto.

- No lo entiendes, Alec, él… Conoce mi pasado y aun así nunca me juzgo o me hizo sentir despreciable como sé que las personas lo harían si lo supieran.

- Nadie que te conozca podría pensar eso.

- ¿No crees que pueda lograr que se enamore de mí?

- ¿Pero a qué precio? Tienen un hijo, recuerda.

- Amo a Max.

- Como amas a todos los niños del Instituto, es tu naturaleza, quizás por ello te fijaste en Alec, por lo que ha hecho por todos ellos. Pero…

- No crees que él se fijará en mí.

- Lo haría, si en su vida nunca hubiera conocido a Magnus Bane.

Edrian presiono las sabanas con fuerza. – Nunca lo entenderías – Le dijo molesto. – Es al único que le he dicho lo que me ocurrió, él…

Vanessa se levantó ferozmente, hizo un ruido de enfado desde su garganta. - ¡No sé lo dijiste! – Confronto a su amigo. – ¡Lo leyó en un informe!

Vanessa difícilmente se mostraba vulnerable, Edrian siempre lograba hacerle caer en ello, lo odiaba y no pudo más. – Simplemente no quieres verlo. - Salió de la habitación dejando a Edrian pensando en que tenía toda la razón.


* * * * *

Will entro a la habitación de Max. – cof, cof, ¡coooof! – Dijo levantando la voz al ver a Max y Nathan besándose. – Ahora siempre será así ¿verdad? No van a poder separase.

Max y Nathan se miraron, pero no dijeron nada.

Will se miró divertido, en realidad le gustaba verles así. – Me enviaron para avisar que nos vamos a casa, tu padre Magnus volvió.

- ¿Solo? – Pregunto Max poniéndose en pie.

- Sip.

- ¿Se van? – Pregunto Nathan preocupado. - ¿A dónde?

- Nuestra casa está cerca de aquí y cuando digo nos, eso te incluye, primo.

- ¿Que?

- Clary no te quitara la vista de encima, ya me lo esperaba. – Le dijo Max intentando trasmitirle un poco de paz.

Nathan miro a Max sin tener mucho éxito en disimular su desconcierto.

- Iré a verte en la mañana, lo prometo.

- ¿Disculpa? – Pregunto Will.

- Iré a verlos en la mañana. – Corrigió Max sonriendo. – Lo prometo.

- Te mostrare mi habitación y los dibujos de Charlie, también podrás elegir el arma que quieras de la colección de mi padre. Sera divertido. -Will estaba tan entusiasmado que Nathan se contagió en un segundo.

Era imposible no contagiarse con tan abrumadora alegría. - ¿Cualquier arma? – Pregunto el chico y los tres amigos rieron.

* * * * *

La familia Lovelace volvió a Alicante, a la casa del inquisidor que era donde permanecían en su visita a Idris, ahora era su residencia permanente. Habían usado un portal que Magnus hizo para ellos, la familia Herondale usaba sus caballos para volver a casa.

- Te dije que sería divertido. – Dijo Will cuando subió al mismo caballo que Nathan.

Nathan asintió y miro hacia la puerta de la casa en donde estaban Magnus y Max. Se despidió con la cabeza.

- ¿Listos? – Pregunto Clary sonriendo a ambos desde el otro caballo sujeta firmemente de la espalda de Jace. Clary estaba tan emocionada por Nathan que no se dio cuenta de Magnus y su postura decaída. Jace pensó que necesitaba hablar con su parabatai en cuanto le fuera posible.

- Di a Alec que los guardias no serán necesarios, mantendremos seguro a Nathan. – Dijo Jace dirigiéndose a Magnus.

Clary estuvo a punto de protestar.

- El Cónsul sabe lo que hace, Herondale, deja que haga su trabajo. – Dijo Magnus sin emoción.

Max miro a Magnus, por solo oír su voz supo que algo estaba mal.

La familia inicio su camino hacia la residencia Herondale a un par de kilómetros de ahí.

Magnus dio media vuelta y entro a la casa, Max le siguió de cerca. Había algo en su padre, como si estuviera presente pero mentalmente estuviera perdido.

Max le observo por más tiempo después de cerrar la puerta.

Magnus se dio cuenta. – Ve a descansar, hijo. Fue un largo día.

- ¿Puedo ir con Nathan y Will temprano por la mañana?

- Claro, - Dijo Magnus aun sin emoción. - ¿Por qué no?

Magnus entro al estudio.

- ¿No iras con papá? – Pregunto Max al verle sentarse en el sillón.

- ¿Y dejarte solo? No.

- ¿Vendrá, entonces?

- No lo creo, tiene ocupaciones por atender.

La expresión de Max fue clara. - Nunca han pasado una noche separados.

- Lo hemos hecho. – Dijo Magnus, su cabeza recargada sobre su mano, mirando a su hijo fijamente. – Muchas veces, de hecho, antes de que tu llegaras.

- Eso no era vida, es decir, sin mi… ¿Qué tan felices pudieron haber sido?

Magnus sonrió sin esfuerzo, pero en un gesto débil y delicado. Max se asombró cuando observo como los ojos de su padre se cristalizaban. – Difícil de creer ¿Cierto?

Max se movió a lado de su padre. - ¿Qué te pasa? – Pregunto con voz baja, dejando a lado las bromas, con miedo y sinceridad. - ¿Papá está bien?

- Lo está, no debes preocuparte por nosotros. – Magnus acaricio la cabeza azul de su hijo.

- Eso es tan absurdo como pedirte que no te preocupes por mí.

- ¿Y ahora lo entiendes?

- Siempre lo he entendido, pero…

- Debes tomar tus propios riesgos.

- ¿Y ahora lo entiendes?

Ambos sonrieron.

Magnus sabía que no podía tratar a Max más como un niño, tenía sus propios pensamientos, necesitaba comenzar a tomar sus propias decisiones, lo mejor que podía esperar de su parte era que fueran las correctas.

- No quiero mentir, es solo que, aun no estoy listo para hablar de ello, necesito pensar en lo que hare.

La respiración de Max se cortó por un momento, su pecho se comprimió, pero era lo que quería, que su padre fuera honesto. Respiro fuertemente. – De acuerdo, - Le dijo. – Quiero estar contigo. Solo eso.

- Lo estas, siempre lo has estado. – Magnus acerco a su hijo, el abrazo que recibió de su padre fue diferente, el brujo escondió su rostro en el hombro de Max a quien mantenía presionado fuertemente.

Max intento devolver la intensidad del abrazo sujetando a su padre tan fuerte como le fue posible, un intento desesperado por ayudar a su padre. – Por favor, no me dejes fuera. – Le pidió a su padre susurrando a su oído. – Recuerda que algún día solo seremos tu y yo.

Y Magnus no pudo más, sujeto a su hijo aún más fuerte y no lo soltó, Max dejo que su padre se desahogara con su rostro aun oculto en su hombro.

* * * * *

- ¿Estas bien? – Pregunto Clary a su esposo desde el otro lado de la encimera, mirándolo con detenimiento tomando su desayuno junto a su pequeña hija Charlotte. – Has estado extrañamente silencioso desde ayer ¿Es Nathan? ¿Te molesta que lo haya traído con nosotros?

- No. – Dijo Jace sin dudar, - No, Nathan es un buen chico y… tiene tus ojos.

Clary sonrió complacido. - ¿Qué ocurre, entonces?

Jace acaricio su runa parabatai por encima de su ropa. – Te lo diré cuando lo descubra.

Clary se alteró. – ¿Alec está herido?

- No. – Se apuró a responder Jace. – No, es algo diferente, es difícil de explicar, por lo general no sentimos los sentimientos de nuestros parabatai al menos que sean profundos, es más como si algo estuviera mal. – Jace respiro profundo y tomo un sorbo de su café. – iré a verle en cuanto pueda.

Will y Nathan entraron al comedor.

- ¿Dormiste bien? – Pregunto Clary a su sobrino.

Nathan asintió tímidamente, aunque eso no era en lo absoluto verdad.

La mujer les sirvió a ambos el desayuno, había huevo revuelto, tocino y panques, el desayuno mundano favorito de Clary. Nathan miro a su plato con los huevos y el tocino en él y abrió los ojos con terror.

- ¿Pasa algo malo?

Will se tomó el tiempo de mirar hacia Nathan y la impresión casi le hace caer de su silla. - ¡Mamá! – Llamo el chico. - ¡Nathan no come carne! – Will retiro el plato de Nathan y tomo uno nuevo en donde coloco un par de panques.

- Lo siento. – Dijo Clary reprimida. – No lo sabía, hijo. Perdóname.

- Es increíble. – Dijo Will indignado como si su madre hubiera roto la ley número uno en la lista de Primo nuevo en casa. Will dio unas palmaditas en la espalda de Nathan. – No te preocupes, ya aprenderán.

Jace escondió su risa detrás de su taza de café, Clary giro para que no miraran la propia.

Mientras, Will seguía sirviendo a su primo. – Puedes poner fresas a tus Panques y también tenemos arándanos. – Will miro la cuchara con arándanos antes de ponerlos en el plato de Nathan. – Solo intenta no besarlos.

Nathan convulsiono hacia enfrente quitando el vaso de jugo del cual había bebido y se cubrió la boca esforzándose para no escupir sobre la mesa del comedor. Una vez que el jugo en su boca había sido contenido y tragado, ambos soltaron a reír en unísono, carcajadas fuertes y sinceras, Clary y Jace se les unieron de inmediato y Nathan golpeo el brazo de Will con su puño. Un gesto al parecer común entre ambos.

- De cualquier forma, fue un mal chiste, - Dijo Nathan comiendo sus fresas y arándanos.

- No, no lo fue, espera a que Max lo escuche.

La mañana transcurrió lenta, Clary y Jace hicieron preguntas a ambos, como; ¿Cuándo y cómo se conocieron? Y a Nathan le preguntaron sobre su vida en el reino hada. Toda la información fue absorbida, para el final del desayuno los hombros de Nathan se miraban mucho más relajados. Parecía que tomaría tiempo, pero la confianza estaba llegando poco a poco.

- De acuerdo, chicos. Es hora de entrenar.

- Jace. – Llamo Clary a su esposo. – Recién desayunaron.

- Es el mejor momento ¿No te he enseñado nada?

Clary rodo los ojos. – Tengan cuidado.

Will recibió un beso en su frente de parte de su madre, después Clary estiro su mano para acariciar la mejilla de Nathan, un gesto tierno y sincero. Nathan recordó a su madre, ella siempre tomaba su rostro entre sus manos y le miraba sonriendo, sin embargo, siempre creyó que le gustaba su rostro por que le recordaba a alguien que había perdido hace tiempo. Con Clary era diferente, Clary no miraba a nadie más, excepto a él. Solo Nathan Fairchild y se sentía como si fuera mucho más que suficiente.

Jace, su hijo y Nathan habían entrenado por casi una hora cuando Alec llego desde Alicante en su caballo.

Jace se sintió aliviado cuando le vio, ahora sabría de qué se trataba el extraño sentimiento ligado a su runa parabatai.

Alec fue amable con Nathan, mucho más amable de lo que el padre brujo de Max lo era. Jace les impuso un par de ejercicios con dagas mientras él y su parabatai entraban a la casa a conversar. Clary se les unió en la conversación.

Alec les conto todo lo que había pasado con Edrian, como Edrian había intentado lastimarse y como él lo había besado, todo con un lujo de detalle, lo que hacía ver la desesperación en Alec.

- Piensa que lo traicione, que quería besarle.

- ¿Y no lo querías? – Preguntó Jace sin rodeos.

- ¿Crees que sí? – Alec no preguntó enojado, su pregunta era sincera.

- Tal vez, pudiste haber pensado en otra cosa.

- Edrian estaba bajo un encantamiento, Alec dice que era mucho más fuerte, llamar por ayuda o hacer lo único que tenía a su alcance sin soltarlo eran sus únicas opciones. – Dijo Clary.

- Es lo que pienso, - Dijo Alec reflexivo. – No puedo decir que me arrepiento ¿Cierto? Lo que hice lo salvo y decir que estoy arrepentido seria como decir que también me arrepiento de haberle salvado ¿No es así?

- Claramente estas confundido.

- Ya no sé si hice bien o mal en besarlo.

Jace se inclinó más cerca hacia su parabatai. – Creo que tu confusión es un poco más complicada que eso.

Alec le miro sin saber de qué hablaba.

- Creo que estas confundido con respecto a tus sentimientos por Edrian.

Alec se alejó de Jace como si este le hubiera maldecido. – Amo a Magnus, más que a mi vida, nunca he amado a alguien y sé que nunca amare a nadie como lo amo a él.

- Eso está claro. – Se explicó Jace. – Tus sentimientos por Magnus no son lo que está en tela de juicio ahora ¿pero Edrian? ¿Sabes lo que sientes por Edrian?

Eso no responde nada, tu y yo sabemos que se puede amar a dos personas al mismo tiempo. Alec recordó las palabras exactas de Magnus. – Creí saberlo. – Respondió Alec en voz baja.

* * * * *

- Will, no creo que esta sea buena idea.

- Max necesita toda la información que sea posible si quiere ayudar a sus padres.

- Escuchar a hurtadillas nunca termina bien.

- ¿Cómo lo sabes? Dudo que alguna vez hayas tenido que hacerlo.

- Mi vida nunca fue tan complicada como ahora.

- Es para ayudar a Max, así que confía ¿Si?

Nathan se encogió de hombros y dejo a Will que siguiera escuchando a través de la ventana de la sala de estar de su casa.

– Pero la cosa es peor de lo que nos imaginamos. – Will le indico a Nathan que había escuchado suficiente y que se alejaran de la ventana, ambos caminaron al frente de la casa en donde apareció un portal. Max apareció de él y sonrió a ambos, había aros negros alrededor de sus ojos.

- ¿Ves? – Dijo Will a Nathan antes de acercarse. – Necesita ayuda.

No fue Will quien llegó primero a Max, Alec había salido de la casa y había caminado a paso largo hacia su hijo. La sonrisa de Max se amplió.

Ambos se abrazaron con fuerza. – No sabía que estabas aquí. – Le dijo Max a su padre.

- Lo lamento, perdón por no ir a casa anoche, es solo que…

- Papá dijo que tenías asuntos que atender en el Gard.

- ¿Eso dijo? ¿En dónde está tu…?

Magnus había aparecido a través del portal. – Pudiste haber avisado que estabas aquí, - Dijo el brujo con seriedad cortante. – Entonces podría haber pensado en si quería venir o no.

- Magnus, sé que estas molesto, pero…

Magnus rio con ironía. – Molesto, es un término muy ambiguo para esta situación.

Alec respiro. – No importa lo molesto, enojado o furioso que hayas estado alguna vez, siempre hemos podido hablar.

- Tal vez porque nunca había estado tan, molesto, enojado o furioso como ahora.

- Por favor. – Pidió Max con precaución a su padre brujo. – Lo prometiste.

Magnus hizo un ruido de molestia y miro a Alec. – Le prometí que hablaría contigo, una vez. – Después miro a su hijo. – Después de eso no puedo prometer nada más. Así que… - Magnus inicio su camino hacia el bosque claramente esperando que Alec lo siguiera.

Max miro a su padre Cazador decaído. – Realmente no quisiera ser tú, ahora.

Alec acaricio el cabello de su hijo y beso su frente. – Tampoco quisiera ser yo. – Dijo y fue detrás de Magnus.

* * * * *

Edrian caminaba por los enormes jardines del instituto de Idris, había niños corriendo y otros escondidos en los árboles, un juego común pero entretenido para cualquier infante, mientras caminaba con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón negro, algo encogido de hombros, el clima no era tan cálido como parecía y el suéter gris no era suficiente para cubrirlo, miro a lo lejos un grupo de niños sentados alrededor de un brujo de piel verde, era viejo, algo extraño en los brujos, Edrian se preguntó qué edad pudiera tener. Todos los niños parecían estar poniéndole demasiada atención, seguramente la clase era de las más entretenidas. Edrian camino hasta donde estaba Vanessa sentada en un gran tronco observando a Aurora jugar con más niños, encantados por los pétalos que la niña hacia volar por los aires para que ellos les atraparan.

- No puede ser. – Dijo Edrian sentándose a lado de Vanessa. - ¿Cómo creció tanto en tan poco tiempo?

Vanessa no giro a verle. – Deben ser las siestas, dicen que los niños a esa edad deben dormir mucho para crecer más.

- Eso debe ser.

Hubo silencio.

- No sabía que habías dejado el hospital, no pensé que lo dejaras tan pronto.

- Bueno, no es como si me hubieran dado de alta.

- ¿Te escapaste? Pero claro que te escapaste, por supuesto que te escapaste, eres tan… - Vanessa tallo entre sus ojos. - ¿Hay alguna posibilidad de que te convenza de volver?

- No.

- Claro que no.

Edrian rio, - Ahora sé porque te gusta estar aquí, incluso el aire es diferente.

- Después de tanto dolor, estos niños no podrían estar más felices.

Gracias a Alec.

Quedo flotando entre ellos sin ser pronunciado, como si los dos evitaran hablar sobre el Cónsul.

Edrian se estremeció.

- ¿Tienes frio? – Pregunto Vanessa al ver a Edrian con solo un suéter gris.

- Estoy bien.

Vanessa resoplo. – Esta bien, puedo ayudar. – Vanessa tomo su estela desde su tobillo y sujeto la mano de Edrian por su muñeca. – Mejor que un abrigo. – Dijo, pero el Cazador de Sombras la detuvo tomando con su mano su agarre.

- No, Nessie. No puedes.

- No quieras hacerte el fuerte, aun estás débil, es solo una runa de calor…

- No, no lo entiendes, no puedes.

Vanessa le observo con más atención. - ¿A qué te refieres?

Edrian pareció pensarlo un par de veces antes de hablar. – Veneno.

Hubo algo que comprimió el pecho de Vanessa. - ¿Qué clase de veneno?

- Del que solo las hadas pueden tener, ese que afecta de una manera irónica y cruel a un Cazador de Sombras. Son estupendas con el drama ¿No te has dado cuenta?

- Deja la palabrería a un lado ¿Qué veneno?

Edrian miro la sincera preocupación de Vanessa y poniéndose un poco más serio tomo una de las rastas del largo cabello de la Cazadora y la jalo, un acto común y de cariño entre ellos. – Semilla de belladona.

- Por su puesto. – Dijo Vanessa con ironía. – Definitivamente son unas artistas en eso de torturar.

- No me torturaron, solo se aseguraron de que las runas no funcionaran por un tiempo. Oficialmente soy un Cazador de Sombras defectuoso.

Vanessa sonrió con ternura y se acercó a Edrian, ciertamente pudo ser peor. – Estarás bien en unas semanas. – La chica se abrazó a Edrian, si no podía marcarlo podía compartir el calor de su runa con él. – Ya lo veras.

Edrian miro a los ojos caoba de Vanessa, ella estaba con su cabeza recargada en su brazo mirándole y sonriendo. Y Edrian se perdió por un momento en esos ojos, miro su infancia, pero no la terrible, miro la diversión y la compañía siempre constante y estable de Vanessa, ella quien siempre había estado a su lado sin importar que.

- Nessie. – Dijo Edrian, pero fue interrumpido por un eufórico y alegre grito de niña.

- ¡Edian!  - Le llamo Aurora mientras corría hacia él.

Edrian no dudo, se acercó corriendo a la niña y la levanto del suelo haciéndola dar vueltas en el aire. – ¡Por el ángel! – Dijo el Cazador. – Estas enorme y que hermosa. – La niña reía sin parar mientras Edrian seguía haciéndola volar.

Vanessa les observo aun sentada en el gran tronco pensando en que no podía haber una imagen más perfecta en su vida.

* * * * *

Max mantenía sus manos levantadas mientras hacía mover pedazos grandes de madera hacia Will y Nathan, Jace les observaba parado firmemente a unos metros, sus brazos cruzados sobre su pecho, poniendo atención a cada movimiento de los jóvenes Cazadores de Sombras, Will no solo esquivaba también combatía yendo al frente y convirtiendo en esquirlas cada pedazo de madera con su espada. Nathan estaba intentando recordar como sujetar su espada y no ser gravemente herido en el intento.

Will se acercó peligrosamente a Max y este le recibió con una sonrisa, en un segundo Max tenía en sus manos una espada con la que repelió el ataque de su amigo. La batalla inicio cuerpo a cuerpo de una manera espectacular, Nathan perdió la concentración por el asombro de ver la habilidad de ambos guerreros y no se percató del tronco que aún seguía en el aire y directamente en su dirección.

- ¡Atento, Nathan! – Grito Jace, pero el tronco golpeo directo a la cabeza de Nathan haciéndole caer.

- ¡Por el ángel! – Exclamaron Max y Will al darse cuenta de lo sucedido.

Ambos corrieron hacia él. - ¿Nat, estas bien? – Pregunto Max mientras ayudaba a que Nathan se pusiera en pie.

- Si. – Dijo el chico mirando a Jace a la distancia. – Solo me lastime el orgullo.

- Creo que tenemos que ir más despacio. – Dijo Jace y Nathan se sintió peor. – Seguiremos con algo de lectura. – Jace entro a la casa para conseguir libros acerca de combate y armas sagradas.

Nathan aún no terminaba de sacudir sus ropas. – Soy un asco. – Murmuro y Max protesto de inmediato.

- Claro que no, eres muy fuerte.

- ¿Acaso estás ciego? Viste lo que paso, soy un asco.

- No, no lo eres.

- ¿Y que soy? – Dijo Nathan molesto.

- Eres lo que eres y… Y no necesitas ser nada más que eso.

-No quiero seguir siendo lo que soy, ¡quiero ser fuerte! ¡quiero poder proteger a quien amo!

Max le miro sin saber que decirle. Gracias al ángel por William Herondale, quien no tenía ese problema. – Esta bien. – Dijo el chico golpeando el brazo de su primo. – Puedo cuidarme solo.

Max y Nathan giraron sus rostros hacia el más joven de ellos, divertido y vibrante como siempre, tan capaz de cambiar la tristeza por diversión en un segundo. Los tres rieron en una carcajada escandalosa y sincera.

- ¡Por el ángel! – Dijo Nathan recuperando el aliento. - ¿Qué haría sin ustedes?

- Escúchate. – Dijo Max. - Es lo que serás. Lo que eres.

-Un Cazador de Sombras. -Dijo Will sonriendo.

* * * * *

Era como hielo en las venas, como estar caminando con un extraño entre las sombras de los grandes árboles, todo en Magnus era distinto, su caminar, su postura y su mirada, una mirada gélida y sin emoción, una armadura que Alec no había conocido, se aterro con la idea de pensar en no poder penetrar en esta nueva coraza.

Seguía caminando detrás del brujo sin hablar cuando Magnus se detuvo y después de un largo y agonizante minuto finalmente le dirigió la palabra.

- Te escucho. – Dijo con voz baja aun sin mirarle.

Alec dio un paso más hacia Magnus. – Edrian estaba bajo un encantamiento y…

- ¡Detente! – Exigió Magnus. – Eso ya lo dijiste, eso lo sé, eso no te disculpa, si es todo lo que dirás ambos perdemos el tiempo. – Magnus giro y rodeo a Alec para andar por el camino de regreso.

Alec le sujeto con fuerza del brazo para no dejarle ir, el Cazador se percató de como Magnus mantenía en su mano el medallón azul que colgaba de su cuello, ambos sabían que representaba a Max, lo movía entre su mano como si este fuera su pilar, como si necesitara fuerza de él.

- No puedes hacer esto, prometiste darme una oportunidad.

- Yo no hice nada, y te la estoy dando, eres tú el que no la aprovecha, no es que este convencido de que quieras hacerlo.

- ¡Magnus!

- Se está acabando el tiempo y mi paciencia ¿Quieres intentar algún otro comienzo?

Los hombros de Alec comenzaron a subir y bajar con fuerza.

- Yo… - Y ahí estaban de nuevo, sus propias palabras estrangulándose entre ellas en su garganta. – No puedo… - Alec no estaba dispuesto a rendirse y a pesar de su terrible y fracasado intento con las palabras, el Cazador levanto sus manos para subirlas al pecho de Magnus, sujetando fuertemente su abrigo y después acariciando sus hombros y clavícula. – Amor. – Dijo en un susurro.

Magnus miraba a los ojos azules de Alec y ahora más que nunca miraba como en un cristal su arrepentimiento, sus ganas inmensas de arreglar lo que había provocado, Magnus le miró fijamente y a pesar de la sinceridad de Alec no pudo hacer nada para ayudarle en su desesperación, por el contrario, se dio cuenta de que solo quería verle sufrir.

- No me toques. – Dijo el brujo.

Fue como si el cuerpo de Magnus le quemara, aparto sus manos y dio un paso atrás, su pecho estaba peor que destrozado. No me toques. Eran palabras que ni en el peor de los escenarios pudo imaginar saldrían de Magnus, de su Magnus.

Magnus camino lejos de él. - ¿Crees que puedo solo olvidar? Se supone que me amas, se suponía que entre todas las personas que existen en este planeta, eras tú el único que nunca me traicionaría, sin importar el tiempo o el lugar, eras tú, tu mi… - Magnus sintió que el cristal azul le cortaba la circulación debido a la fuerza con la que lo mantenía sujeto. – Necesitamos tomar distancia, necesito tomar distancia. – Magnus hablaba de manera técnica, como si estuviera arreglando un negocio más. – Es por eso que vine, necesitaba hablar con Jace y Clary de Max.

Alec estaba de espaldas hacia Magnus, sintiendo que lo que estaba pasando simplemente no era real, se sentía flotar sin rumbo, obligando a su razón a no perderse. - ¿De Max? – Pregunto ido.

- Volveré a Brooklyn, tu estarás ocupado en el Gard y necesito que alguien se encargue de él, sé que no querrá ir a otro lugar en donde no este Nathan, así que son su opción.

Alec seguía mirando al vacío. – Max ira contigo. – Hablo casi en un murmullo.

- No estamos en condición de imponerle nada. – Magnus se escuchó de nuevo molesto.

- No imponerle. – Dijo. - él querrá ir contigo.

El brujo tomo de inmediato una postura a la defensiva, no quería aceptar ninguna amabilidad de su parte. – Mejor para ti ¿No?

Alec giro a verle finalmente.

- Ya sabes, Edrian. – Magnus mostro su sonrisa irónica. – Muy conveniente.

- No puede ser, no puedes odiarme de esta forma, no así y no tan rápido, es imposible.

Magnus acentuó mas su sonrisa. – Es mucho más sencillo odiar a alguien que mantenerte amándolo. Aún más cuando te ayudan a lograrlo. Ya habías escuchado eso ¿No es así? Es muy delgada la línea que te hace pasar de un sentimiento al otro. Es interesante en realidad.

- Basta por favor, Magnus.

- En eso estamos de acuerdo. Es suficiente de todo esto. – Magnus movió su cabeza. – Sabia que solo perderíamos el tiempo.

- ¿Y no tienes el suficiente para gastarlo en mí?

- Estuve dispuesto a entregarlo todo por ti. – Dijo Magnus con sus dientes apretados. había una brecha que duro unos segundos, desapareció y sonrió. – Ya ni siquiera importa ¿Cierto? – Magnus dio media vuelta y se alejó de Alec.

Alec le miro irse, se sentía aturdido de una manera tan extraña, diferente a todo el dolor que alguna vez haya sentido, diferente a todo lo que alguna vez imagino. Se sentía no como navajas o fuego quemando, se sentía peor, se sentía vacío, por primera vez en su vida y a pesar de haberlo estado hace mucho tiempo, ahora realmente se sentía perdido.

* * * * * *

- ¿No estás enojado con él? – Pregunto Will sentado en la escalera de la entrada de su casa, jugaba con una daga, su interés estaba en Max y su reacción a lo que acababan de contarle. Nathan estaba cerca de él, sentado en el barandal con sus brazos alrededor de Max quien tenía su espalda recargada en él. – ¿Por haber besado a alguien más?

- No. – Dijo Max y lo pensó mejor haciendo un gesto. – Es decir, sí. Pero si dijo que lo hizo para salvarlo, estaría mal si me enojo ¿Cierto?

- Algo parecido dijo tu papá. – Informo Nathan. – A pesar de que dijo que no debía, se nota que esta terriblemente arrepentido.

- Debe estar pasando un muy mal rato. – Max negó con la cabeza. – Papá no lo perdonará tan sencillamente, me di cuenta de que no será así.

Nathan presiono con mayor fuerza a Max y dio un pequeño y dulce beso en su sien. Era raro ver a Max así, tan decaído y preocupado por algo. – Malec estará bien. – Le dijo para animarlo. – Ya verás.

- ¡Por supuesto! – Dijo Max con ánimo. – Seguramente en cualquier momento saldrán de ese bosque tomados de la mano y yo tendré que soportar una enésima luna de miel.

Los tres jóvenes rieron hasta que Max dejo de hacerlo. Al ver hacia el bosque miro a su padre Magnus acercándose con paso acelerado hacia ellos, para sorpresa de Nathan, Max se apartó de su lado, claramente quería evitar que su padre les viera así. Fue desagradable, pero sin duda ahora menos que nunca Max necesitaba algún tipo de reproche, sin importar lo mucho que ahora más que nunca Nathan le necesitara.

Max no le quito la vista de encima al brujo hasta que llego a ellos. – Necesito hablar con Jace y Clary, quizás quieras ir a ver a tu padre, solo aconséjale que no entre o… - Magnus movió su mano. – Bueno, solo dios sabe lo que haría si le veo una vez más hoy.

Magnus entro a la casa dejando a Max con inmensas ganas de gritarle al mundo que volviera a ser como antes, por el contrario, solo asintió con la cabeza sin hablar.

- ¿Estas bien? – Pregunto Will preocupado.

El celular de Max vibro en su bolsillo, le tomo de inmediato y leyó:

Volveré al Gard, espero puedas ir a verme, y por favor, no le quites los ojos de encima a tu padre. Te necesita.
Te amo, Blueberry.

- ¿Max? – Pregunto Nathan angustiado.

- ¿Quieres que volvamos a entrenar? – Dijo Will. – Eso siempre te anima.

Max miro al interior de la casa. – No. – Dijo y entro a ella.

Su padre estaba con Clary y Jace en la cocina, estaban teniendo una conversación seria y Max quería escuchar. Se colocó de espaldas a la pared para que las voces se colaran hacia sus oídos, Nathan y Will le siguieron.

* * * * *

- Alec me lo dijo. – Dijo Jace al brujo. – Pero tú lo entiendes ¿Cierto? Lo hizo para ayudar a Edrian.

- Eso lo sé.

- No lo parece. – Dijo Jace molesto, saber que Alec sufría era devastador para sus nervios. - Magnus debes perdonarlo, su intención no fue mala, no lo fue.

- ¡¿Crees que no quiero?! ¡Crees que no quisiera olvidarlo, hacerlo a un lado y seguir con él! ¡Con nuestras vidas!

- ¿Por qué no lo haces? – Pregunto Clary con la angustia reflejada en su rostro. – Si es lo que deseas…

- ¡Por que no puedo! – Magnus, quien ahora se miraba más joven que ambos cazadores, dejaba ver su vulnerabilidad, para muchos inexistente. – Lo he pensado, lo he meditado, he intentado, lo he intentado con tantas fuerzas… pero ahora, cuando veo a Alec, mi enojo solo se enciende, no puedo, no puedo perdonarlo.

Max llevo una mano a su pecho mientras escuchaba con más atención oculto detrás de la pared, Will y Nathan se miraron sin decir nada.

- Supongo que no podemos obligarte a que lo hagas. – Dijo Jace derrotado. - ¿Qué harás, entonces?

- Por eso vine a ustedes, sé que no necesito pedirles que vigilen a Alec, él…

- Tiende a hacer tonterías, lo entiendo. – Dijo Jace cruzando los brazos sobre su pecho. – El trabajo le ayudara, es su mejor forma de sobrellevar este tipo de cosas. Pero el que nos preocupa ahora eres tú. ¿Qué harás tú?

- ¿Te preocupas por mí, Herondale? – Dijo Magnus en un tono divertido en extremo forzado, Jace no reacciono, definitivamente no estaba de humor para ninguna clase de chiste. Magnus tomo aire con fuerza, preparándose a sí mismo. - Creo que lo mejor por ahora es poner distancia de por medio, volveré a Brooklyn.

Jace y Clary se miraron, como si les hubieran dado la peor noticia del mundo, quizás lo habían hecho.

- Si le pides tiempo a Alec, te lo dará, no necesitas irte. – Dijo Jace.

- Créeme, lo necesito.

- ¿Te llevaras a Max? – Pregunto Clary intentando ser práctica, con un nudo en la garganta.

- Dudo que quiera, y ni siquiera me atrevería a preguntarle, tiene a Nathan ahora y sé que no se alejara de él por ningún motivo. Volveré al trabajo, quizás. No lo sé.

La ansiedad de Clary aumento, pensar en Magnus solo, en su apartamento, sin Alec, sin Max, sin su familia, era demasiado para soportar.

- Estaré bien, Galletita. – Le dijo el brujo adivinando sus pensamientos, - He estado solo antes, podre estar solo ahora.

- ¡NO! – Max había entrado a la habitación y tomo el brazo de su padre con fuerza. Magnus solo se quedó mirándole sobresaltado. – ¡No te iras sin mí! ¡Voy contigo ¿Entiendes?! ¡YO VOY CONTIGO!

* * * * *

- Dos días seguidos. – Dijo Vanessa al encontrar a Edrian caminando por los pasillos del instituto. - ¿A que debemos tal honor?

Edrian rio, definitivamente merecía eso. – Prefiero estar aquí que en cualquier otro lugar. – Dijo sin animo.

- ¿Más que en el Gard? ¿En donde podrías disfrutar de la compañía de tu jefe?

- Si, eso no está ni cerca de ser verdad.

- ¿Qué paso?

- Fui e intenté hablar con él, pero… solo dijo que no, que estaba ocupado.

- Auch.

- No es que sea del todo mentira, ahí estaba Helen y Aline Penhallow así que sí. Estaba ocupado.

- Como digas.

- Ni siquiera me pregunto cómo estaba.

- No quiero decir “Te lo dije” pero… Te lo dije.

- Debes estar disfrutando esto ¿No? – No estaba enojado, estaba resignado en que merecía lo que ocurría con Alec y su indiferencia.

- No. – Dijo Vanessa. – En lo absoluto lo disfruto, no quiero verte sufrir, Edrian. Nunca.

Había algo en Vanessa y en sus ojos que le hacía siempre querer mirarlos todo el tiempo. No era solo lo hermoso e intrigantes que eran, era un sentimiento más profundo, recuerdos alegres de su infancia y el querer estar con ella por mucho más tiempo.

- Nessie ¿Tu…?

Hubo un fuerte ruido de campanas alrededor de ellos, en ese momento múltiples puertas en múltiples salones se abrieron para dar paso a diferentes estudiantes de diferentes edades y especies.

Vanessa miro a Edrian. – Hora del primer descanso.

- ¿Cuántos descansos tienen?

- Son niños, Edrian, no soldados.

- Los miman mucho.

- ¿Envidia?

- Solo un poco. – Edrian fijo sus ojos a la pequeña Aurora que corría ya en su dirección. – Pero les perdono. – Dijo riendo y tomando a la niña en sus brazos.

- Dale tiempo. – Dijo Vanessa. – El Cónsul te buscara si quiere hacerlo, solo deberías hacerle saber que sigues por ahí.

- Nah, estará mejor sin mí. Tiene demasiadas cosas como para darle un problema más. – Edrian acaricio una de las rastas de Aurora en su largo cabello rosa. - Prefiero estar aquí, en algo podre ayudar. Por lo menos hasta que pueda ir a combate de nuevo.

Nessie sonrió cuando Edrian movió su mano del cabello de Aurora al de ella jalando también una de sus dos largas rastas que se asomaban desde la parte de atrás de su cabeza.

- Si. - Le dijo sonriendo. – Podrías ser útil aquí con nosotras.

* * * * *

Nathan se encontraba en la residencia Herondale, su habitación era sorprendentemente agradable, estaba en el tercer piso y tenía la mejor vista, una ventana con dirección al bosque y un traga luz que dejaba ver las estrellas por la noche, ahora miraba al cielo de la mañana sin muchas ganas de ponerse en pie y comenzar su día.

- ¡YO VOY CONTIGO!

Recordó una vez más, como toda la noche, como lo había hecho el último par de días después de escuchar a Max y ver la determinación en sus ojos, algo que dolió a pesar de que estaba mal. No había podido ni querido hablar con Max de eso, no había nada de malo en querer ir con su padre, en querer estar con él a través de estos difíciles momentos. Intentaba con todas sus fuerzas convencerse de ello. Triste era darse cuenta de su egoísmo al no lograr hacerlo.

Cuando bajo después de luchar con la complicada ropa mundana que su tía le llevaba cada mañana, se dio cuenta que el desayuno estaba servido, pero parecía que nadie a excepción de Charlie estaba dispuesto a comer. Will tuvo que dejar decentemente vacío su plato para ser liberado de la mesa, Nathan comió un plato de fruta y cereal, la mañana transcurrió sin novedad, no hubo entrenamiento, al parecer los Herondale tenían incluso un día libre. Después de vagar por la casa un par de minuto, Nathan entro a la sala de estar. Clary estaba con Will ayudando con lecciones de historia. Jace y Charlie pasaban el tiempo frente al piano, la pequeña tocaba hermoso y su padre le ayudaba con las notas que pudieran ser complicadas para ella debido a su edad.

Nathan carraspeo. – Lo lamento, no quiero interrumpir, es solo que me preguntaba si pudiera salir a dar un paseo.

Jace y Clary se miraron. – Cariño, - Dijo Clary. – No creo que sea buena idea, las hadas rebeldes podrían intentar tomarte de nuevo y…

- Entonces él podría hacerse cargo, - Dijo Jace seguro. – Ha mejorado mucho en su entrenamiento, no debes preocuparte, sabe cuidarse solo.

Clary suspiro. – En ese caso, no veo porque no.

- ¡Iré contigo! – Dijo Will y antes de levantarse su madre le detuvo.

- Pienso que Nathan quizás quiere estar solo.

Will la miro intentando descifrar las extrañas palabras que su madre había pronunciado, estos últimos días Will y Nathan habían pasado cada minuto de cada día juntos, que Nathan fuera a algún lugar sin él era extraño y difícil de aceptar para los oídos de Will.

-Hm, si tal vez tengas razón, por lo de Max y eso ¿No?

- Tan sensible como tu padre. – Dijo Clary revolviendo su cabello. – Lleva una espada, una daga y una estela por si necesitas mandar un mensaje ¿Te parece?

No fue un precio tan alto desde su perspectiva. Nathan acepto y salió de la casa corriendo hacia el bosque, por un momento quiso desprenderse de la chaqueta de cuero verde, pero no tenía ropa de hada ni manera de conseguirla. Así que solo siguió respirando aire fresco y corriendo, liberado de la sensación de ahogo que había estado en su pecho desde hace días. Era un hada, había crecido entre plantas, animales, magia natural y libre, sin reglas y sin leyes mortales como La Ley de los Nefilims necesitaba sentir eso una vez más, solo por un momento antes devolver y seguir entrenando.

Nathan paso mucho tiempo creando puntas de flecha, a pesar de sus intentos, sin duda Max estaba presente en sus pensamientos incluso sin siquiera desearlo. Levanto la vista al cielo, podía sentir la lluvia llegando a él a través de la tierra que se comunicaba, miro a su alrededor y recordó la cueva que estaba cerca de donde se encontraba, llego ahí poco tiempo después de que hubiera empezado a llover.

Nathan movió su cabeza quitando el exceso de aguan introduciéndose más hacia la cueva.

- De haber sabido. – Dijo una voz familiar desde la entrada de la cueva. – Hubiera traído paraguas.

- ¿Max? – Nathan no podía creer lo que veía. - ¿Qué…? ¿Cómo sabias que estaba aquí?

Max paso su mano por su rostro para quitar las gotas de la lluvia. – Soy un brujo ¿En verdad te sorprende?

- Me sorprende que estés aquí. Con todo lo que estás pasando…

- También estas pasando por mucho y… - Max suspiro. - lo lamento, lamento tener que irme y lamente tener que dejarte con todo esto pasándote, en verdad, yo…

- No tienes que disculparte, debes ayudar a tus padres, no estoy enojado, en lo absoluto.

- Deberías. Has estado para mí siempre y…

- Tu para mí, no lo puedo olvidar, en los peores momentos has… me has ayudado.

Max se acercó a Nathan. - ¿Estarás bien?

Nathan le sonrió. – Lo estoy. – Se quitó su chaqueta y la coloco sobre los hombros de Max. – Voy a extrañarte con locura, pero… - Nathan se giró para buscar un lugar en donde sentarse y pasar la lluvia dentro de la cueva. Fue cuando sintió los brazos de Max alrededor de él y el cabello del brujo cosquilleaba en su espalda.

- También te extrañare, más que cualquier cosa.

El corazón de Nathan palpitaba sin control dentro de él, nunca dejaría de sorprenderse por lo que Max le provocaba. - ¿Me llamaras? – Pregunto sin saber que más decir.

Max rio e hizo que Nathan le mirara de frente. – Vendré a verte. Portal privado y exclusivo ¿recuerdas? Además. – Max estaba sonriendo. – Puedes ir a verme, Tía Clary puede abrir un portal para ti cuando lo desees. Te gustara Nueva York, hay un restaurante vegetariano en la calle 2da que, te lo juro, me hizo amar los vegetales, o podemos ir al cine, o a Central Park, hay un lugar con murales increíbles. Será genial, lo sé.

Solo Maxwell Lightwood podría convertir una despedida en algo hermoso. – ¿Es una cita? – Pregunto Nathan tomando el rostro de Max entre sus manos.

Max rio con mayor intensidad. – Es una cita. – Confirmo.



* * * * *

- Esto es estúpido. – Izzy estaba impacientemente pasando por la habitación de Magnus mientras este terminaba de juntar las ultimas cosas para iniciar su viaje de regreso a Brooklyn. – Increíblemente estúpido.

- Sé que debes estar furiosa conmigo, pero no puedo quedarme.

Izzy se detuvo y le miro. – No estoy enojada contigo, es a mi hermano a quien quiero asesinar.

Magnus dejo de hacer todo lo que hacía. - ¿Acaso estas de mi lado, Isabelle Lightwood?

- ¡Por supuesto! Es decir, no se lo diré y espero que tampoco tú lo hagas, pero… que estúpido.

Magnus sonrió más por reacción que por sentimiento. – No, no lo soportaría.

- Te importa mi hermano ¿cierto? A pesar de todo tu…

- Lo amo, más que a mi vida.

- Y por eso no puedes perdonarlo.

- Es raro ver que alguien me entiende.

- Yo no podría perdonar a Simon si me traicionara. No lo soportaría.

Magnus cerro la maleta con fuerza. – Quisiera sacarlo de mi mente con magia, quisiera…

- Pero no lo harás. – Isabelle se acercó a Magnus y coloco sus manos sobre los hombros del brujo, la joven niña se había convertido en una mujer madura con un semblante de adulto más marcados que el de Magnus quien permanecía como un joven de 19 años. – Lo soportaras, lo superaras e iremos a emborracharnos como antes. ¿De acuerdo? Podemos crear mensajes de odio para mi hermano y…

- ¿Lo cuidaras, cierto?

Isabelle soltó a Magnus y suspiro con decepción. - ¿Cuándo te hiciste tan patético, Magnus Bane?

Magnus rio sinceramente y desde el fondo de su corazón por primera vez en días. Paso sus manos ferozmente por su cabello. – Esto es una pesadilla.

- Sobreviviste a un par de Guerras mundanas, a un levantamiento a dos guerras en el mundo de las sombras, al infierno y a la constante compañía de mi hermano. Créeme. Estarás bien.

- Lo intentare.

- Lo harás. – confirmo Isabelle. – Recuerda que Max ira contigo y no dejare que conviertas su vida en una nube de melancolía y tristeza, es tu hijo y se merece todo de ti, incluida tu alegría, aun si te cuesta encontrarla.

- Otra cosa en la que estamos de acuerdo. – Magnus beso la frente de Isabelle y salió de su habitación para dirigirse hacia el jardín.

El brujo no estaba exactamente preparado para ver a Alec con Max cerca del portal, el chico estaba en los brazos de su padre.

- Lamento tanto hacerte pasar por todo esto. – Le dijo Alec al separarse. - ¿Podrás no estar furioso conmigo?

- No estoy ni cerca de estar enojado. Pero… me asusta pensar en lo mucho que voy a extrañarte.

- No pienses en eso. Estaremos en contacto. Lo sabes.

- Papá ¿Volverán a estar juntos, cierto?

Alec tomo de nuevo a su hijo. – Es algo que no puedo saber – Después busco el rostro de Max. – Pero te prometo que hare todo cuanto esté a mi alcance y más para que eso suceda. No me voy a rendir, hijo.

- ¿Aunque mi padre se comporte como un cretino?

Alec sonrió débilmente. El notar lo mucho que este niño les conocía era una forma de sentirse más unido a él. – Tiene todo el derecho de estar enojado, y si necesito pasar por todo ello para estar con él de nuevo, lo aceptare con gusto.

Max se aferró una vez más a su padre, esta vez con mayor fuerza y ocultando su rostro en su hombro.

- Te amo, Max. – Susurro Alec, beso su frente y tan difícil como dejar ir su propia vida, soltó a su hijo para verle atravesar el portal.

Unos segundos después Magnus apareció con paso apresurado. Antes de que se marchara Alec le hablo.

- ¿Puedes darme unos minutos antes de que te vayas?

- ¿Es acerca de Max? – Pregunto Magnus a regañadientes.

- Es acerca de nosotros.

- No creo que sea buena idea, la última vez no salió nada bien.

- Tal vez porque no se dijeron las palabras correctas.

Magnus invoco a la paz que parecía alejarse de él con cada palabra. - ¿Y cuáles serían esas palabras, Alexander?

- Sé que rompí mi promesa de nunca hacerte daño, que estás enojado por lo que hice, pero debes saber que un beso no significa nada cuando es la persona incorrecta.

- Eso podría ser cierto.

Alec miro una luz comenzando a brillar.

- ¿Pero te has preguntado si lo es? – El rostro de Alec le confirmo que no sabía a qué se refería. – Efectivamente, un beso no significa nada cuando la persona no lo hace, pero este no es el caso, estás enamorado de Edrian y eso le da significado que no puedo ignorar.

- No hay nadie más en mi corazón que tú, ¡Eres mi corazón!

- Un corazón dividido. Seelie lo dijo.

- ¿Ahora crees en sus palabras engañosas?

- Necesitaras el perdón de tu amor ¿No estamos acaso en esa situación?

- Lo necesitaras tan profundamente que querrás estar muerto. – Repitió Alec y Magnus se estremeció al escuchar las palabras. Pensar en Alec deseando estar muerto era insoportable. – Ciertamente lo estamos.

Magnus por primera vez se mostró vulnerable a Alec cuando con desesperación paso su mano por su cabello negro.

Alec dio un paso hacia él al ver la brecha en su armadura. – Hare lo que sea para recuperarte ¡lo que sea! Solo dime que hacer, lo hare sin pensarlo, Magnus, por favor.

- No puedes, no se trata de lo que harás, si no de lo que hiciste, de lo que quieres.

- ¿Cómo podría querer a alguien mas que a ti? ¿Por qué alguien como Edrian puede afectarte tanto? Desde tu punto de vista, siendo tu Magnus Bane ¿Por qué?

- Porque puede darte cosas que yo nunca podre.

- Eso es imposible.

Magnus tomo la muñeca de Alec y la giro para que Alec mirara a su brazo marcado, a sus runas, las runas del ángel. – Puede casarse contigo.

- Pero tú y yo podemos…

- No, no de la manera que deseas, no importa lo que hagamos, nunca lo consideraras real. Entonces nada nunca me unirá a ti.

- ¡Te amo! – Dijo Alec con desesperación.

- También te amo. Por sobre cualquier cosa. Pero eso no evita que tenga razón.

- ¡Eres el padre de mi hijo! – Dijo Alec - No puede haber lazo más real que ese.

- También lo creía, me aferraba a esa idea para poder soportar no poder darte lo que deseabas, pero estaba sujeto a una ilusión, una idea absurda sin poder alguno.

- ¿Y Edrian logro cambiar esa idea? – Pregunto Alec incrédulo. – No es posible.

- No, no Edrian. Tu.

Magnus sabía que no había más que decir y retomo su camino al portal, Alec lo sujeto del brazo con fuerza.

- La última vez, y a pesar de que me decías adiós – Dijo Alec. - Me besaste cuando te lo pedí. – Alec se acercó a Magnus. – ¿podrías intentar?

La mirada de Magnus se ablando.

- Por favor. – Pidió Alec en una súplica.

Magnus se acercó con su voluntad hecha tirones, subió sus manos a los costados del rostro de Alec, por unos segundos miro de nuevo al chico inseguro que había conocido y le había maravillado hace más de una década. El brujo trazo lentamente los labios de Alec con su pulgar, la idea de besarlo le provoco fuegos artificiales en su estómago, entonces se inclinó y cerró los ojos.

Y detrás de sus parpados cerrados miro aquella habitación de hospital, miro los labios de Alec, estos mismos labios que tanto anhelaba besando a alguien más, sintió arder su estómago de una manera por completo diferente y con mayor intensidad, alejo a Alec empujándolo lejos de él.

- No. – Le dijo el brujo con Alec mirándole en estado de shock frente a él. – No quiero besarte.

Después de eso Magnus Bane atravesó el portal.

Continuara…

@MayGraciel



Espero y hayan disfrutado de este capítulo ¿Ya notaron la pequeña obsesión que tiene @Neiara29 con Natwell? ;D Es una gran artista y una gran amiga que me ha obsequiado estas obras increíbles. Lo que me lleva a lo siguiente; He recibido un par de fanarts de parte de los lectores y me gustaría mucho hacer una galería de ellos aquí en el blog ¡Por favor ayúdenme para que sea enorme! Si les gustaría estar incluidos (Espero y si XD) no duden en enviar sus obras con respecto a mis fics ya sea a mi twitter @MayGraciel o a la página en Facebook Malec Fanfic. O a mi correo Mayragverdias@gmail.com Me encantaría saber de ustedes.

Muchas gracias a todos por sus increíbles comentarios ¡Nos estamos leyendo!
#May




Comentarios

  1. May enserio te odio de forma buena claro esta, como puedes hacerme esto??
    Me debes otros dos capitulos y un adelanto no lo olvides

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Me rompes el corazón! Ahhhhh!! Literalmente llore cuando Max consoló a Magnus y también cuando Magnus les dijo a Jace y Clary que no podía perdonar a Alec. Me destrozaste, o sea no puedes dejar esto así. Te suplico, por el Angel, actualiza lo mas pronto que puedas porque me matas con cada segundo de espera y este, en especial, sera una tortura.

    Pd: Aunque me rompas el corazón sigo amando como escribes

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  4. May en verdad escribes cosas hermosas, pero Diooooos como me haces llorar. En verdad espero que pronto actualices porque sino mi corazón se romperá más.
    Espero que Malec vuelvan a estar juntos porque yo los shipeo con el alma.
    Gracias por compartir esto con nosotros, soy tu fan.♡

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  5. Pues que esperabas Alexander si Magnus hubiera hecho lo que tu que hubieras hecho en fin.
    Este capitulo rompió y pisoteo mi corazón todo fue dolor y tristeza y mas dolor ya ni siqueira se que pensar que pasara con nuestro malec espero que se resuelva de la mejor manera igual creo que apoyo en todo sentido a Magnus. Yo no perdonaría algo asi.
    Edrian feliz y alec destrozado que va a pasar?
    Ahahahhaha me ilusionaste tan vil mente crei que si se besarían :c y ño paso.
    En fin acabas de actualir y ya quiero mas espero no te tardes tanto la verdad sufri muchísimo esperando este capitulo.
    PD: Amo los dibujos de esta chica enserio ame el de Max y nath besándose es hermoso y no se si tenga de malec :v bueno me gustaría verlos y si no si lees esto PORFAVOOOR HAS UNO xD jajaja

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  6. Nooooooooo.....por queeeeee espere tanto ese capitulo, a diario revizaba a ver si ya actualizaste y ahora lo lei y me encanto y quiero massssssss me toca esperar hasta que actualices de nuevo por queme haces sufrir asi actualiza pronto porfis

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  7. Yo..... ya no sé que decir. Tengo los dedos flojos y me evito llorar lo mejor que puedo pero... De verdad han soportado tanto, tanto, tanto. Cassandra nos hizo sufrir mucho, de verdad y ahora de nuevo. Joder que nos duele hasta a nosotras no puede pasar esto ¿Harás lo mismo que con Johaana ¿No? Por favor, que no llegué la relación de Alec y Edrian a más ¿Acaso es un demonio o parte demonio? Es peor que Sebastian. En serio, si llegan al punto de "la cama" se acabará mi amor(?) Es decir ¿En verdad era necesario? C": ¿No será culpa de Seelie? ¿No? No puede ser mera coincidencia el hecho que ella lo diga... Por favor... No los hagas sufrir más queremos nuestro malec y Maxat (?)

    Ya nee :/

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  8. May te odio!! Bueno no! Te adoro, gracias mil veces por tus increíbles fics. .. pero aquí si odio a Alec! No puede estar maldita mente confundido! ! Aunque sea mínimo es imperdonable que sienta algo por Edrian, él es todo para Magnus! YA MATA A ALEXANDER Y REVIVE A CAMILLE Y que MAGNUS SE QUEDE CON ELLA ! Ella era una perra sin corazón pero sincera! Alec aquí sólo es un hipócrita! !!!!!

    OK, me exalte Jajajajajajaja pero ya has que Alec sufra muchísimo y que se de cuenta que no siente nada por Edrian y Regresame a mi Malec ♡♡♡! !! :'(








    Por favor por favor por favor por favor NO TARDES EN ACTUALIZAR! !!!!!!!!!!!!!!!


    CADA CAPITULO MUERDE MÁS CON LA ANGUSTIA, DOLOR, CORAJE. ..MUCHÍSIMO! !!!!!!! :*

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  9. Hola quería decirte que escribes genial desde que encontré tu página me enganche a tus historias de malec esta en particular me gusta muchísimo espero que actualices pronto me quede con la intriga de que pasara con magnus y alec.

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  10. wow es increíble May cada día eres mejor, adoro como escribes y enserio amo esta historia, mil gracias por escribirla. Logras sacarme de mi rutina diaria y del estrés en constante acumulación debido a la escuela, deseo leer el siguiente capitulo estoy segura de que será aun mejor....
    Realmente llore como Magdalena en varias partes pero el final me mato... fue muy triste y sabes me siento algo mal por Alec aunque aun asi quiero que sufra y después haga cosas hermosas para recuperar a Magnus....

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  11. Lo dije y siempre lo diré, escribes genial, pero por favor necesito que se recupere el amor Malec, realmente esta historia me está matando, por favor que resurja el espíritu Malec, porque Alec sufrió tanto para estar con Magnus y no puede haber dudas, NINGUNA en su corazón respecto de su amor amor.Actualiza pronto porfis.Gracias

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  12. Me rompes el corazon cada vez mas, mi pobre Magnus no se merece tanto dolor y no se que pasara con ellos pero se que llorare tú conseguiras que llore. Eres una gran escritora, tienes mucho talento te admiro

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  13. Diooooos es que me las lloré todas!! Sufrí tanto con este capítulo, por favor espero que puedas actualizar pronto, te juro que todos los dias revisaba si subias el capitulo, todos los dias, te lo suplico con el alma:(
    No me gusta en absoluto Edrian, me parece bien que alec sufra, y que sufra mucho mucho demasiado,que lo torture el dolorrrs, quiero que por el tiempo en el que Magnus no esté se de cuenta de lo que pierde si él no está a su lado, que un capricho pasajero jamás igualará la felicidad que magnus le ha dado, que aprecie y sufra por su ausencia, para que grrrr es que lo quiero matar xd
    Por favor may, moriré esperando, te mando un abrazo y un beso, te suplicarè por todos los medios posibles XD

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  14. Hola, es la primera vez que escribo, no participo mucho (soy algo tímida) sin embargo quiero decirte que me fascinan tus historias las he leído varias veces hasta el grado de memorizarlas. Muchas gracias por brindarnos la oportunidad de leer tus historias, son increíbles. Me animé a escribir para decirte que me hiciste llorar y eso no es muy fácil de lograr, ni siquiera lloré con los libros(si sentí feo y nudo en la garganta pero nada más). Espero con ansias cada nueva actualización y tómate el tiempo necesario para la continuación porque imagino que tan espléndidas historias merecen dedicación.
    Ah! Y una cosa más se que en estos momentos todos deben odiar a Alec, si hizo algo terrible, difícil de perdonar, además Magnus es hermoso, fantástico e increíble que no merece sufrir,lo sé, pero aún así apoyo a Alec, creo que es algo normal(?), él no ha estado con ninguna otra persona, nunca. Así que alguien haya llamado su atención o que sienta simpatía por alguien fuera de su familia no me parece tan ilógico. No quiero que tenga una relación con Edrian, osea no, es un no definitivo, sería horrible, Malec es demasiado bello y prefecto para dejar de existir. Bueno solo quería expresar mi opinión y espero sigas escribiendo tan increíble como hasta ahora. Estaré pendiente de la siguiente parte XD

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    1. Y espero seguir contando con tus increibles comentarios, muchas gracias por tu opinion y lindas palabras, Un abrazo!!

      Te hice llorar, Yeihh!! ;D

      cuidate mucho y gracias!

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  15. Porque!! Que necesidad había de hacerme llorar! Ay no, no hagas esto por dios! No, no separes a Malec! No me hagas sufrir más por favor! Aunque escribes de maravilla no puedo con esto! Malec es todo! :) Actualiza pronto por favor!.
    -Karla

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    1. Michelle, preciosa,

      No puedo estar más de acuerdo contigo, sin dejar de lado que estuvo mal Alec, él núnca había estado con nadie y es lógico y humano lo que le está pasando y va a ser emocionandte ver cómo arreglan las cosas.

      Te mando un beso y animo, nuestra escritora aun no termina el fic. Asi que hay que apoyarla.

      Otro beso.

      Pita :3

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  16. Noooo enserio.... Mi corazón.... 😢 malec.... Es irreal no lo puedo creer estoy destrozada.

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  17. woo se me hiso pedazos el corazon por magnus,alec merece estar pasando por esto y mas..... !!! bien magnus castigalo ...

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  18. Dios, nooo!!!!
    Por favor no tardes en actualizar, por favor, por favor, no me voy a soportar! (parezco una Herondale por el drama jajaja). Pero mi corazón está destrozado por lo que pasa a Malec! Me hiciste llorar!
    Me encantan sus historias!!

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  19. Hola, esta es la primera vez que escribo. Encontré tu página cuando estaba buscando fanfics de malec, y enserio estoy sumamente feliz de haberla encontrado. Amo como escribes. He leído todas tus historias millones de veces. Amo como con cada historia me haces reír,llorar,enojarme,sonreír,etc. Esta historia es mi favorita hasta ahora porque no sólo hay malec sino también está max :) y estoy de acuerdo con muchos de los comentarios, me alegro de que Alec sufra. Lo amo pero creo que debe costarle el perdón de magnus. No quiero que terminen, solo quiero que a Alec le cueste su perdón y se de cuenta de lo importante y esencial que es Magnus para el. Todos los día reviso la pagina para ver si ya actualizaste esta historia, cuando vi que lo habías actualizado grite u sonreí como loca ;) Gracias por todo el esfuerzo y tiempo que le dedicas a estas maravillosas historias. Espero puedas actualizar pronto, no creo que puedo esperar mucho tiempo ya que este capítulo me encanto. Te deseo lo mejor. Besos, abrazos y que dios te bendiga

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  20. Por el Ángel �������� mi alec ����������en Estado de coma meas dejado asta el próximo capitulo......
    PD.mencanta como escribes

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  21. Como pudiste rompiste mi corazon en trizas como haces esto lo borrare de mi mente nuca paso lo olvidare pero oye me gusta como escribes deberias escribir en una editorial pir el angel amigo con

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  22. ������Ahora puedo entender un poco más el sufrimiento de Malec,no solo de Magnus...te juro que lloré todo el capítulo...
    Ps:escribis hermoso y actualiza rápido POR FAVOR!!!

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  23. Sería mucho pedir que no tardes tanto para quitar el sufrimiento que me has provocado estuvo hermoso el capítulo y creo que magnus tienes razón en molestarse,por que Alec no se a casado con el y por que beso a editan es obvio que siente algo por el no se merece a.magnus. No tardes en actualizar por favorrrrr

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  24. Me has matado, es un capitulo lleno de emoción y drama, me encanta como escribes!, esperó con muchas! Ansías el próximo capítulo :3

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  25. Me encanta la historiaaaa. Solo una cosa, ¿por qué siempre Magnus le termina a Alec? estaría bueno que sea al revés y que aparezca alguien en la vida de Magnus, una mujer así tipo camille y Alec viendo todo jiji.

    pero si casi lloro con mi Malec :( pobre Magnus bebé.

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    1. concuerdo, ojala despues escribas algun one shot o similar con ese tema, y con alex aún bebé, sería mucho mas dramatico-gracioso XD

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  26. Uyy me encanto el capitulo aunque me haya hecho llorar. Es comprensible que alec este confundido ya que solo ha estado con Magnus y sienta algo mas por Edrian que lo trata con respeto y afmiracion... Como dicen en mi pueblo se le subio la fama y se mareo (por asi decirlo)

    Que tengas buena semana.
    Saludos!

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  27. que fuerte que fuerte que fuerte, es genial, me encanta, pobre alec tonto solo tiene q reconocer q se sintio atraido por alguien que le abrio su corazon, pero que obio no quiere en sentido amoroso, u.u, tambien fue muy bueno que empezaras a dejar ver q edrian en realidad esta enamorado de forma platonica de alec y q de lo que verdaderamente esta celoso magnus es de lo que edrian podria darle a alec y q el no puede,*.* porfavor huelo a boda?,me encanta asi al infinito...unica cosa, porque todo mundo sigue imaginando a max con cuernos si en el fragmento del libro donde casandra lo dio a conocer solo menciona que es azul -_- ...(porcierto, tu escribes mucho mejor que ella, lo unico bueno de sus libros son los personajes :P) gracias por escribir :D

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    1. Es verdad, a Max no lo describe con cuernos pero tomo de referencia los dibujos de Cassie Jean, por lo menos Cassie nos dijo que ese era Max, asi que... Esperemos y nos terminen de aclarar las dudas.

      Muchas gracias por decir que escribo mejor que Cassie, en mi opinion, nadie escribe mejor que ella XD Pero de corazon gracias!

      Y tambien gracias por leer. lo aprecio mucho.

      Besos!!

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  28. Mónica, Michelle, y esta personita que no firmó... por fin, somos más que pensamos igual. Hay que seguir apoyando a nuestra escritora y darle ánimo para que siga escribiendo a pesar de que ha tener MUCHO que hacer.

    Besos hermosas =3

    Pita

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    1. Tu eres la hermosa... Y ánimo, que la travesía de escribir, no la vives sola, TODAS te esperamos y queremos que estés bien en TODO lo que haces.

      Un abrazototote y un beso:

      Pita desde el hermoso cielo de Sinaloa =)

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  29. Ángel: hola may realmente eres tan buena escribiendo logras trasmitir tantas emociones, ya conoces mi opinión de Alec. Por favor no hagas que magnus sufra mucho mas por lo menos dale la oportunidad que alguien nuevo en su vida, alguien que no tenga dudas que lo ame y si puedes alguien inmortal

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  30. Hola!! Mi nombre es Abril (pero me dicen Abby), el 19 de septiembre es mi cumpleaños número 15
    15 septiembres en mi vida
    Y quería saber, si no es mucha molestia, si podrías subir capítulo ese día
    Sería magnífico!!

    Besos!!!

    -A.

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    1. 19 de Septiembre, ANOTADO!! ;D

      Besos para ti tambien.

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    2. Porque hasta el 19!!!!! Esto no es de dios :'v publica el ocho y regálale a la niña el nueve plis

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  31. Pero si quieres sacar el capítulo antes del 19 todos te.lo agradeceríamos y escribes mejor que cassie

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  32. Madre mía! Qué capítulo! Me has hecho pensar mucho en esta preciosa pareja y en toda tu maravillosa historia.
    Primero, yo no puedo demonizar tanto a Edrian. Entiendo perfectamente que esté enamorado de Alec, quién no. Y cuando uno está enamorado es difícil pensar con la cabeza y aceptar que esa maravillosa persona no es para ti.
    Segundo, tampoco creo que haya que echar a los lobos a Alec. Yo no creo en el amor predestinado y que sólo hay una persona para cada uno. Creo que es posible estar enamorado de alguien y conocer a otra persona con la que encajes igual de bien o de manera distinta a tu pareja. El tema está en saber si quieres seguir con tu pareja o pasar página, en evitar las tentaciones y en seguir cuidando del amor que ya tienes. Está claro que esto se le ha dado un poco mal a Alec.
    Tercero, entiendo perfectamente que un simple beso haya destruido la confianza de Magnus. Pero acaso él no ocultó a Alec todos los celos que sentía? Por qué no fue más sincero sobre sus miedos con Alec?
    Y cuarto, sin que esto determine lo que vas a escribir para continuar tu historia, porque es tu historia y yo la disfrutaré decidas lo que decidas. Creo que Magnus y Alec encontrarán el camino para reconciliarse. Que Magnus acabará perdonando a Alec completamente. Pero me pregunto, si la situación fuese al revés, Alec conseguiría perdonar?
    Ya ves, mucha comedura de coco.
    Como siempre te digo, gracias por compartir tus historias con nosotros. Escribes maravillosamente.

    Merce (España)

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  33. Me encantó (como siempre) pero me hizo sufrir muuuuuchhhhhooooo </3 y ya quiero que se arregle y que Alec no haga más tonterías por favor, y claro más NathxMax 7u7

    Ok no, pero me encanta esa pareja

    Ya quiero ver qué pasa con Malec

    -Mare

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  34. aaaahhh porque alec haces eso a mi querido magnus

    ahora tendra q recperarlo
    continua me encanta como escribes seguire esperando el sig cap

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  35. Recién pude leer el capítulo a pesar de que lo estuve esperando con ansias.

    Debo decir que me has dejado con un nudo en el estómago que no sé como explicar y ahora tendré que buscar cosas bonitas para volver a animarme.

    No sé por donde comenzar. La verdad es que me sentí identificada con Max. El miedo de no saber si tus padres volverán pero siempre teniendo la esperanza en que todo saldrá bien. Y bueno, Alec cometió un error y lo está pagando, creo que el simple hecho que Magnus no pueda ni soportar tenerlo cerca es muy doloroso para él (y también para mi). No lo culpo, ni lo odiaré por lo que hizo. Creo que por más que vivas una relación de maravilla, puedes sentirte atraído por alguien más. Y aunque el beso ocurrió por otros motivos, creo que era evidente que él sentía una atracción por Edrian. Además teniendo en cuenta que Alec nunca estuvo con nadie más aparte de Magnus.
    También entiendo a Magnus,la persona que amas puede jurarte amor eterno pero si se encuentra confundida lo mejor es tomarse un tiempo y pensar bien las cosas. Pero siento que también él cometió un error. Debió ser más sincero con Alec y hablarle sobre la incomodidad que Edrian le provocaba, no debió ocultar sus celos.

    No creo que no se reconcielien pero si que costará mucho. Y estoy ansiosa por saber como atravesarán esta nueva experiencia en sus vidas.

    Me encanta Max y Nat, que a pesar de todo siempre buscan un espacio para ellos y apoyarse mutuamente.

    De nuevo, escribes maravilloso y me haces sentir felicidad, tristeza y esperanza con tus historias. Espero que te vaya de lo mejor! Espero con ansias el siguiente capítulo, adiós <3

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  36. Aun nada sigo esperando con ansias la actualización ya casi un mes

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    1. Al menos ya falta poco para la fecha que dio de actualización ��

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  37. Nooo!!! Mi corazoncito!!! Acabas de romperlo en mil pedazos, de esos que no se pueden reparar tan fácil. Te odio y amo al mismo tiempo.
    Me encanta tu manera de escribir, tenés muy buenas ideas.
    Seguí imaginando este mundo fantástico que está genial.

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