Guerra Fría VII - Despedida
- ¿Magnus? – Repitió
Alec alejando a Edrian quien aún se miraba muy aturdido. – Escucha…
- ¡Ni lo pienses! – Le
dijo Magnus y cerró la puerta retirándose de la habitación ferozmente.
Alec le llamo, pero
nadie volvió. El Cazador miro a Edrian. – Debo ir tras él. Malinterpreto todo.
- ¿Malinterpreto?
- Edrian, sabes por qué
lo hice ¿Cierto?
- ¿Alec?
- Aun no estás bien. –
Confirmo Alec y ayudo a Edrian a volver a la cama. – Mírame, ¿Sabes en dónde estás?
- En el Basilias, tú me
lo dijiste.
Alec respiro. – Así es,
y voy a dejarte un momento, necesito…
- No te vayas, por
favor.
- Tengo que ir con
Magnus, lo siento. – Alec no se quedó a dar más explicaciones, se zafo del
agarre que Edrian había tenido en su brazo y salió de la habitación.
Alec había pensado que
tendría que ir en busca de Magnus, se sorprendió cuando le vio en el pasillo
esperando por él.
- De acuerdo,
Lightwood. – Le dijo el brujo con ojos encendidos. – Te escucho.
- Edrian estaba bajo un
encantamiento, estaba intentando hacerse daño el mismo, necesitaba detenerlo y…
- ¿No se te ocurrió una
mejor idea?
- No se me ocurrió
nada, solo…
- Viste la oportunidad
de besarlo.
Alec se miró como si
Magnus le hubiera golpeado. - ¿Por qué lo dices como si creyeras que yo buscaba
eso?
- Nadie besa a alguien
más si no quiere hacerlo, Alexander.
- Magnus, yo no quería
besarlo.
Magnus le miro como si
él supiera algo que Alec no. – Creo que si querías, lo has querido desde hace
tiempo. - La mirada de Magnus cambio. – Pero, ¡debiste decírmelo! ¡Debiste
hablarme con la verdad! ¡debiste…!
- No, no, Magnus… -
Alec intento tomar la mano de Magnus. – Yo no necesitaba decirte nada, porque
no hay nada, no…
- Deja de engañarte,
Alec y ¡Deja de engañarme!
- ¡Nunca te engañe!
¡nunca haría eso! ¡Quería salvarlo!
- ¡LO BESASTE! – Le
grito Magnus perdiendo el control y alejando su mano de la de Alec
violentamente.
Alec no podía recordar
si alguna vez Magnus le había gritado o había estado tan enfadado con él. Hubo
silencio desgarrador entre ambos por unos segundos, como si el grito de Magnus
hubiera roto algo entre ellos. La puerta de la habitación en donde estaba
Edrian emitió un sonido leve, alguien había entrado a ella, ninguno de los dos
giró para verificar, no les era importante en lo absoluto el mundo a su
alrededor en esos momentos.
Alec cerró los ojos con
fuerza, sentía como si una roca estuviera subiendo por su pecho hasta su
garganta, rompiendo y rasgando todo a su paso. – Mi amor, yo…
- ¡No! Ni se te ocurra,
esta vez no.
- ¡Magnus! Debes dejar
que te explique, yo no…
- Lo has dejado más que
claro, querías salvarle. Bien, lo has conseguido, has hecho más que eso en
realidad, ahora ninguno de ustedes dos olvidara tu gran acto heroico, y tampoco
yo… - Magnus no aparto su vista de la de Alec. – Nunca voy a olvidar esto. Porque
entre todas las personas, ¡tenía que ser él! – La voz de Magnus sonó con
desprecio al referirse a Edrian. – él, que logro entrar en tu corazón, el único
a quien podría temerle por robar tu interés.
- Estas equivocado, no
siento nada por Edrian, no es como tú piensas, y no entro en mi corazón. ¡Magnus,
no!
Magnus ahora no podía o
quería ver los ojos de Alec, nunca en su larga vida se había sentido tan
traicionado, era como si espontáneamente las palabras de Alec hubieran perdido
valor, cuando antes valían oro en silabas contadas una a una. En muchas
ocasiones le habían traicionado, pero nunca le había importado tanto como
ahora, un sentimiento nuevo y aterrador, la persona en la que confiabas tan
ciegamente era quien con mucha más facilidad podía destrozarte profunda e
irreparablemente, ahora lo sentía todo y sin control. – Le dejaste entrar. – Le
dijo el brujo en un reproche.
- ¿Por qué? – Pregunto
Alec. - ¿Por qué pones en duda mi amor? ¿Realmente lo crees? ¿Realmente crees
que no te amo?
- La pregunta es,
Alexander ¿Lo amas a él?
- ¿Cómo podría? Magnus,
te amo.
- Eso no responde nada,
tu y yo sabemos que se puede amar a dos personas al mismo tiempo. El problema
es, que odio a ese imbécil, y no pretendo compartir nada con él, ni siquiera tu
corazón.
- Magnus, no. – Alec
luchaba por obtener aire, las palabras de Magnus parecían estar estrangulando
su garganta evitando que las suyas salieran.
Preferiría renunciar a
él. – Le dijo firmemente dejando a Alec sin poder hablar y mirando como
caminaba hacia la salida, lejos de él.
*
* * * *
Tu
padre necesita saber esto. Había dicho Magnus a su hijo antes
de irse en busca de Alec al Basilias. Max estaba en alerta, a pesar de que su
casa estaba ahora llena de quienes eran considerados quizás los más
impresionantes Cazadores de Sombras, el miedo porque a Nathan le ocurriera algo
no era fácil de contener. Clary se las había ingeniado para que Nathan aceptara
cenar y cambiar su ropa, ahora estaba en la habitación de Max, había estado ahí
durante largo tiempo, solo sentado en el alféizar de la ventana, mirando hacia
el bosque y la oscuridad.
- ¿Estas bien? –
Pregunto Max tomando el lugar que Nat le hizo a su lado.
- Si, es decir, debería
¿Cierto? Estoy vivo.
Max le sonrió
débilmente. - ¿Qué te preocupa?
- ¿Qué me preocupa? Es
una larga lista en realidad; Perdí a mi tutor, mi hogar, ¿mi madre? – Nathan
suspiro. - Los rebeldes me quieren para dañar a mi madre, mi madre me quiere
para dañar a los Cazadores de Sombras y tus padres, bueno, tus padres solo me
quieren lo más lejos de ti como sea posible.
- No debes preocuparte
por Malec. - Dijo Max. - Te aseguro
que son completamente inofensivos.
Nathan deje libre una
pequeña sonrisa. - En ocasiones fantaseo con un mundo diferente ¿Sabes?
-Confeso Nathan. - Un mundo en donde mi padre es un Cazador de Sombras normal y
no un asesino a sangre fría, en donde mi madre me ama por ser su hijo y no por
lo que pueda ofrecerle. Me imagino como sería mi vida si hubiera crecido con
mis padres siendo como los tuyos, siendo buenos.
- Supongo que eso es
fácil, muchas personas hacen lo mismo, tu padre cambio y marco muchas vidas. - Max
se movió acomodándose sencillamente y sin preocupación a lado de Nathan
entrelazando su brazo con el de él. - Si tu padre hubiera sido diferente en
algún sentido, mi familia nunca hubiera ido a esa dimensión demoniaca para
rescatar a sus seres amados, Mi tío Simon no hubiera perdido sus recuerdos a
manos de ese demonio, entonces, él no hubiera tenido que ir a La Academia, por
lo tanto, mis padres tampoco, y entonces nunca me hubieran encontrado, ni
tampoco sería su hijo ahora.
Nathan coloco toda su
atención en Max y recordó el discurso de su padre Magia de niños brujos perdidos en la oscuridad. Se imaginó a Max
perdido en la oscuridad, un pensamiento horrible y aterrador.
Max levanto la mano
para acariciar la mejilla de Nathan. - No deberías de pensar en quien pudiste ser,
cuando puedes pensar en quien eres ahora y quien puedes llegar a ser. - Max le
guiño. -Más interesante.
- Max. - Dijo Nathan.
- Lo sé. - Max se
acercó a Nathan, estaba sonriendo. - Soy fabuloso.
Nathan se inclinó para
alcanzar con sus labios la sonrisa de Max.
*
* * * *
Vanessa estaba
caminando apresuradamente por los pasillos del Basilias para ir a ver a Edrian,
su querido amigo de la infancia, venía desde el Instituto de Idris en donde pasaba
la mayor parte del día, todos los días.
Antes de que ella y
Edrian hubieran ido a trabajar con el Cónsul, Vanessa había ido a una misión a
Noriega en donde un grupo de mundanos con la visión habían conseguido tener una
niña hada que había sido abandonada en uno de los bosques, los mundanos le
hacían realizar espectáculos para personas ingenuas que creían que el líder del
grupo, un charlatán, podía hacer nacer las flores cuando este tenía una
revelación, había mucho dinero en juego para ellos y a pesar de las órdenes
directas de La Clave para entregar a la niña, estos decidieron no obedecer y
ocultar a la pequeña, Vanessa nunca se rindió, fue detrás de ellos por varios
valles y regiones hasta que los encontró, y sin más papeleos de por medio, decidió
tomar a la niña, luchando con el grupo enfurecido quienes no lograron hacer
nada en contra de la poderosa guerrera.
Ahora la pequeña estaba
segura en el Instituto, con más niños de su especie, aprendiendo del mundo de
las sombras, Vanessa la visitaba todos los días, pero Vanessa también era una
huérfana, tenía una casa en Idris pero nada más, no familia ni seguridad, si
ella sucumbía por su deber, un riesgo que todo Cazador de Sombras tiene, no
podía asegurar que alguien pudiera quedarse con la pequeña, había una lucha
interna dentro de ella, deseaba con todo su corazón adoptar a Aurora pero
pensaba que no podía darle más protección de la que el instituto le daba.
Vanessa siguió su
caminar cerca de la habitación de Edrian cuando escucho una discusión, sigilosamente
se acercó, eran El Cónsul y su compañero, el brujo Magnus Bane, al parecer esta
era una discusión de pareja, la cual no le incumbía.
-
¡LO BESASTE! - Escucho Vanessa antes de abrir la puerta
de la habitación, y su estómago se convirtió en un hoyo, después de escuchar una
pequeña parte de la conversación, no le quedaba duda de a quien se referían, no
pudo evitar sentirse triste por ello. Vanessa entro a la habitación de Edrian
cerrando la puerta detrás de ella con cuidado e intentando tranquilizarse antes
de enfrentar a su amigo.
- Despertaste – Anuncio
la Cazadora al verle.
Edrian no se miraba
como normalmente lo hacía, su mirada era adormilada y sus movimientos torpes. -
¿Quién discute afuera?
- Nuestro jefe y su
esposo. Lo has conseguido ¿eh? Magnus está furioso.
Edrian movió sus
piernas hacia la orilla de la cama.
- ¡¿Qué crees que
haces?! – Pregunto Vanessa sujetando su brazo.
- No voy a dejar que el
brujo le grite.
- No es de tu
incumbencia ¿No crees que has hecho suficiente?
Edrian miro a Vanessa.
– Claro que es de mi incumbencia, Alec…
- El Cónsul lo hizo
para salvarte, lo escuche diciéndoselo a su esposo.
- No, no es cierto, me
beso por…
- Edrian, no puedes
seguir haciéndote esto, todos pueden ver que ellos se aman, de esos amores que
son para siempre, entiende, por favor, deja de hacerte daño tú mismo. – Vanessa
hizo que Edrian se recostara de nuevo y acomodo la sabana sobre su regazo. –
Hay tantas personas allá afuera, tantos que quisieran estar con alguien como tú,
porque eres honorable, valiente, inteligente y cualquiera puede enamorarse de
ti, en verdad, no tienes que pasar por esto.
- No lo entiendes,
Alec, él… Conoce mi pasado y aun así nunca me juzgo o me hizo sentir
despreciable como sé que las personas lo harían si lo supieran.
- Nadie que te conozca
podría pensar eso.
- ¿No crees que pueda lograr
que se enamore de mí?
- ¿Pero a qué precio?
Tienen un hijo, recuerda.
- Amo a Max.
- Como amas a todos los
niños del Instituto, es tu naturaleza, quizás por ello te fijaste en Alec, por
lo que ha hecho por todos ellos. Pero…
- No crees que él se fijará
en mí.
- Lo haría, si en su
vida nunca hubiera conocido a Magnus Bane.
Edrian presiono las
sabanas con fuerza. – Nunca lo entenderías – Le dijo molesto. – Es al único que
le he dicho lo que me ocurrió, él…
Vanessa se levantó
ferozmente, hizo un ruido de enfado desde su garganta. - ¡No sé lo dijiste! –
Confronto a su amigo. – ¡Lo leyó en un informe!
Vanessa difícilmente se
mostraba vulnerable, Edrian siempre lograba hacerle caer en ello, lo odiaba y
no pudo más. – Simplemente no quieres verlo. - Salió de la habitación dejando a
Edrian pensando en que tenía toda la razón.
*
* * * *
Will entro a la
habitación de Max. – cof, cof, ¡coooof! – Dijo levantando la voz al ver a Max y
Nathan besándose. – Ahora siempre será así ¿verdad? No van a poder separase.
Max y Nathan se miraron,
pero no dijeron nada.
Will se miró divertido,
en realidad le gustaba verles así. – Me enviaron para avisar que nos vamos a
casa, tu padre Magnus volvió.
- ¿Solo? – Pregunto Max
poniéndose en pie.
- Sip.
- ¿Se van? – Pregunto
Nathan preocupado. - ¿A dónde?
- Nuestra casa está
cerca de aquí y cuando digo nos, eso
te incluye, primo.
- ¿Que?
- Clary no te quitara
la vista de encima, ya me lo esperaba. – Le dijo Max intentando trasmitirle un
poco de paz.
Nathan miro a Max sin
tener mucho éxito en disimular su desconcierto.
- Iré a verte en la
mañana, lo prometo.
- ¿Disculpa? – Pregunto
Will.
- Iré a verlos en la
mañana. – Corrigió Max sonriendo. – Lo prometo.
- Te mostrare mi
habitación y los dibujos de Charlie, también podrás elegir el arma que quieras
de la colección de mi padre. Sera divertido. -Will estaba tan entusiasmado que
Nathan se contagió en un segundo.
Era imposible no
contagiarse con tan abrumadora alegría. - ¿Cualquier arma? – Pregunto el chico
y los tres amigos rieron.
*
* * * *
La familia Lovelace
volvió a Alicante, a la casa del inquisidor que era donde permanecían en su
visita a Idris, ahora era su residencia permanente. Habían usado un portal que
Magnus hizo para ellos, la familia Herondale usaba sus caballos para volver a
casa.
- Te dije que sería
divertido. – Dijo Will cuando subió al mismo caballo que Nathan.
Nathan asintió y miro
hacia la puerta de la casa en donde estaban Magnus y Max. Se despidió con la
cabeza.
- ¿Listos? – Pregunto
Clary sonriendo a ambos desde el otro caballo sujeta firmemente de la espalda
de Jace. Clary estaba tan emocionada por Nathan que no se dio cuenta de Magnus
y su postura decaída. Jace pensó que necesitaba hablar con su parabatai en cuanto le fuera posible.
- Di a Alec que los
guardias no serán necesarios, mantendremos seguro a Nathan. – Dijo Jace
dirigiéndose a Magnus.
Clary estuvo a punto de
protestar.
- El Cónsul sabe lo que
hace, Herondale, deja que haga su trabajo. – Dijo Magnus sin emoción.
Max miro a Magnus, por
solo oír su voz supo que algo estaba mal.
La familia inicio su
camino hacia la residencia Herondale a un par de kilómetros de ahí.
Magnus dio media vuelta
y entro a la casa, Max le siguió de cerca. Había algo en su padre, como si
estuviera presente pero mentalmente estuviera perdido.
Max le observo por más
tiempo después de cerrar la puerta.
Magnus se dio cuenta. –
Ve a descansar, hijo. Fue un largo día.
- ¿Puedo ir con Nathan
y Will temprano por la mañana?
- Claro, - Dijo Magnus
aun sin emoción. - ¿Por qué no?
Magnus entro al
estudio.
- ¿No iras con papá? –
Pregunto Max al verle sentarse en el sillón.
- ¿Y dejarte solo? No.
- ¿Vendrá, entonces?
- No lo creo, tiene
ocupaciones por atender.
La expresión de Max fue
clara. - Nunca han pasado una noche separados.
- Lo hemos hecho. –
Dijo Magnus, su cabeza recargada sobre su mano, mirando a su hijo fijamente. –
Muchas veces, de hecho, antes de que tu llegaras.
- Eso no era vida, es
decir, sin mi… ¿Qué tan felices pudieron haber sido?
Magnus sonrió sin esfuerzo,
pero en un gesto débil y delicado. Max se asombró cuando observo como los ojos
de su padre se cristalizaban. – Difícil de creer ¿Cierto?
Max se movió a lado de
su padre. - ¿Qué te pasa? – Pregunto con voz baja, dejando a lado las bromas,
con miedo y sinceridad. - ¿Papá está bien?
- Lo está, no debes
preocuparte por nosotros. – Magnus acaricio la cabeza azul de su hijo.
- Eso es tan absurdo
como pedirte que no te preocupes por mí.
- ¿Y ahora lo
entiendes?
- Siempre lo he entendido,
pero…
- Debes tomar tus
propios riesgos.
- ¿Y ahora lo
entiendes?
Ambos sonrieron.
Magnus sabía que no
podía tratar a Max más como un niño, tenía sus propios pensamientos, necesitaba
comenzar a tomar sus propias decisiones, lo mejor que podía esperar de su parte
era que fueran las correctas.
- No quiero mentir, es
solo que, aun no estoy listo para hablar de ello, necesito pensar en lo que
hare.
La respiración de Max
se cortó por un momento, su pecho se comprimió, pero era lo que quería, que su
padre fuera honesto. Respiro fuertemente. – De acuerdo, - Le dijo. – Quiero
estar contigo. Solo eso.
- Lo estas, siempre lo
has estado. – Magnus acerco a su hijo, el abrazo que recibió de su padre fue
diferente, el brujo escondió su rostro en el hombro de Max a quien mantenía
presionado fuertemente.
Max intento devolver la
intensidad del abrazo sujetando a su padre tan fuerte como le fue posible, un
intento desesperado por ayudar a su padre. – Por favor, no me dejes fuera. – Le
pidió a su padre susurrando a su oído. – Recuerda que algún día solo seremos tu
y yo.
Y Magnus no pudo más,
sujeto a su hijo aún más fuerte y no lo soltó, Max dejo que su padre se
desahogara con su rostro aun oculto en su hombro.
*
* * * *
- ¿Estas bien? –
Pregunto Clary a su esposo desde el otro lado de la encimera, mirándolo con
detenimiento tomando su desayuno junto a su pequeña hija Charlotte. – Has
estado extrañamente silencioso desde ayer ¿Es Nathan? ¿Te molesta que lo haya traído
con nosotros?
- No. – Dijo Jace sin
dudar, - No, Nathan es un buen chico y… tiene tus ojos.
Clary sonrió
complacido. - ¿Qué ocurre, entonces?
Jace acaricio su runa parabatai por encima de su ropa. – Te lo
diré cuando lo descubra.
Clary se alteró. –
¿Alec está herido?
- No. – Se apuró a
responder Jace. – No, es algo diferente, es difícil de explicar, por lo general
no sentimos los sentimientos de nuestros parabatai
al menos que sean profundos, es más como si algo estuviera mal. – Jace respiro
profundo y tomo un sorbo de su café. – iré a verle en cuanto pueda.
Will y Nathan entraron
al comedor.
- ¿Dormiste bien? –
Pregunto Clary a su sobrino.
Nathan asintió tímidamente,
aunque eso no era en lo absoluto verdad.
La mujer les sirvió a
ambos el desayuno, había huevo revuelto, tocino y panques, el desayuno mundano
favorito de Clary. Nathan miro a su plato con los huevos y el tocino en él y
abrió los ojos con terror.
- ¿Pasa algo malo?
Will se tomó el tiempo
de mirar hacia Nathan y la impresión casi le hace caer de su silla. - ¡Mamá! –
Llamo el chico. - ¡Nathan no come carne! – Will retiro el plato de Nathan y
tomo uno nuevo en donde coloco un par de panques.
- Lo siento. – Dijo
Clary reprimida. – No lo sabía, hijo. Perdóname.
- Es increíble. – Dijo
Will indignado como si su madre hubiera roto la ley número uno en la lista de Primo nuevo en casa. Will dio unas
palmaditas en la espalda de Nathan. – No te preocupes, ya aprenderán.
Jace escondió su risa
detrás de su taza de café, Clary giro para que no miraran la propia.
Mientras, Will seguía
sirviendo a su primo. – Puedes poner fresas a tus Panques y también tenemos
arándanos. – Will miro la cuchara con arándanos antes de ponerlos en el plato
de Nathan. – Solo intenta no besarlos.
Nathan convulsiono
hacia enfrente quitando el vaso de jugo del cual había bebido y se cubrió la
boca esforzándose para no escupir sobre la mesa del comedor. Una vez que el
jugo en su boca había sido contenido y tragado, ambos soltaron a reír en
unísono, carcajadas fuertes y sinceras, Clary y Jace se les unieron de
inmediato y Nathan golpeo el brazo de Will con su puño. Un gesto al parecer
común entre ambos.
- De cualquier forma, fue
un mal chiste, - Dijo Nathan comiendo sus fresas y arándanos.
- No, no lo fue, espera
a que Max lo escuche.
La mañana transcurrió
lenta, Clary y Jace hicieron preguntas a ambos, como; ¿Cuándo y cómo se
conocieron? Y a Nathan le preguntaron sobre su vida en el reino hada. Toda la
información fue absorbida, para el final del desayuno los hombros de Nathan se
miraban mucho más relajados. Parecía que tomaría tiempo, pero la confianza
estaba llegando poco a poco.
- De acuerdo, chicos.
Es hora de entrenar.
- Jace. – Llamo Clary a
su esposo. – Recién desayunaron.
- Es el mejor momento
¿No te he enseñado nada?
Clary rodo los ojos. –
Tengan cuidado.
Will recibió un beso en
su frente de parte de su madre, después Clary estiro su mano para acariciar la
mejilla de Nathan, un gesto tierno y sincero. Nathan recordó a su madre, ella
siempre tomaba su rostro entre sus manos y le miraba sonriendo, sin embargo,
siempre creyó que le gustaba su rostro por que le recordaba a alguien que había
perdido hace tiempo. Con Clary era diferente, Clary no miraba a nadie más,
excepto a él. Solo Nathan Fairchild y se sentía como si fuera mucho más que
suficiente.
Jace, su hijo y Nathan
habían entrenado por casi una hora cuando Alec llego desde Alicante en su
caballo.
Jace se sintió aliviado
cuando le vio, ahora sabría de qué se trataba el extraño sentimiento ligado a
su runa parabatai.
Alec fue amable con
Nathan, mucho más amable de lo que el padre brujo de Max lo era. Jace les
impuso un par de ejercicios con dagas mientras él y su parabatai entraban a la casa a conversar. Clary se les unió en la
conversación.
Alec les conto todo lo
que había pasado con Edrian, como Edrian había intentado lastimarse y como él
lo había besado, todo con un lujo de detalle, lo que hacía ver la desesperación
en Alec.
- Piensa que lo
traicione, que quería besarle.
- ¿Y no lo querías? –
Preguntó Jace sin rodeos.
- ¿Crees que sí? – Alec
no preguntó enojado, su pregunta era sincera.
- Tal vez, pudiste
haber pensado en otra cosa.
- Edrian estaba bajo un
encantamiento, Alec dice que era mucho más fuerte, llamar por ayuda o hacer lo
único que tenía a su alcance sin soltarlo eran sus únicas opciones. – Dijo
Clary.
- Es lo que pienso, -
Dijo Alec reflexivo. – No puedo decir que me arrepiento ¿Cierto? Lo que hice lo
salvo y decir que estoy arrepentido seria como decir que también me arrepiento
de haberle salvado ¿No es así?
- Claramente estas
confundido.
- Ya no sé si hice bien
o mal en besarlo.
Jace se inclinó más
cerca hacia su parabatai. – Creo que
tu confusión es un poco más complicada que eso.
Alec le miro sin saber
de qué hablaba.
- Creo que estas
confundido con respecto a tus sentimientos por Edrian.
Alec se alejó de Jace
como si este le hubiera maldecido. – Amo a Magnus, más que a mi vida, nunca he
amado a alguien y sé que nunca amare a nadie como lo amo a él.
- Eso está claro. – Se
explicó Jace. – Tus sentimientos por Magnus no son lo que está en tela de juicio
ahora ¿pero Edrian? ¿Sabes lo que sientes por Edrian?
Eso
no responde nada, tu y yo sabemos que se puede amar a dos personas al mismo
tiempo. Alec recordó las palabras exactas de Magnus. – Creí
saberlo. – Respondió Alec en voz baja.
*
* * * *
- Will, no creo que
esta sea buena idea.
- Max necesita toda la información
que sea posible si quiere ayudar a sus padres.
- Escuchar a
hurtadillas nunca termina bien.
- ¿Cómo lo sabes? Dudo
que alguna vez hayas tenido que hacerlo.
- Mi vida nunca fue tan
complicada como ahora.
- Es para ayudar a Max,
así que confía ¿Si?
Nathan se encogió de
hombros y dejo a Will que siguiera escuchando a través de la ventana de la sala
de estar de su casa.
– Pero la cosa es peor
de lo que nos imaginamos. – Will le indico a Nathan que había escuchado
suficiente y que se alejaran de la ventana, ambos caminaron al frente de la
casa en donde apareció un portal. Max apareció de él y sonrió a ambos, había
aros negros alrededor de sus ojos.
- ¿Ves? – Dijo Will a
Nathan antes de acercarse. – Necesita ayuda.
No fue Will quien llegó
primero a Max, Alec había salido de la casa y había caminado a paso largo hacia
su hijo. La sonrisa de Max se amplió.
Ambos se abrazaron con
fuerza. – No sabía que estabas aquí. – Le dijo Max a su padre.
- Lo lamento, perdón
por no ir a casa anoche, es solo que…
- Papá dijo que tenías
asuntos que atender en el Gard.
- ¿Eso dijo? ¿En dónde
está tu…?
Magnus había aparecido
a través del portal. – Pudiste haber avisado que estabas aquí, - Dijo el brujo
con seriedad cortante. – Entonces podría haber pensado en si quería venir o no.
- Magnus, sé que estas
molesto, pero…
Magnus rio con ironía.
– Molesto, es un término muy ambiguo
para esta situación.
Alec respiro. – No
importa lo molesto, enojado o furioso que hayas estado alguna vez, siempre
hemos podido hablar.
- Tal vez porque nunca
había estado tan, molesto, enojado o furioso como ahora.
- Por favor. – Pidió
Max con precaución a su padre brujo. – Lo prometiste.
Magnus hizo un ruido de
molestia y miro a Alec. – Le prometí que hablaría contigo, una vez. – Después
miro a su hijo. – Después de eso no puedo prometer nada más. Así que… - Magnus
inicio su camino hacia el bosque claramente esperando que Alec lo siguiera.
Max miro a su padre
Cazador decaído. – Realmente no quisiera ser tú, ahora.
Alec acaricio el
cabello de su hijo y beso su frente. – Tampoco quisiera ser yo. – Dijo y fue
detrás de Magnus.
*
* * * *
Edrian caminaba por los
enormes jardines del instituto de Idris, había niños corriendo y otros
escondidos en los árboles, un juego común pero entretenido para cualquier
infante, mientras caminaba con sus manos metidas en los bolsillos de su
pantalón negro, algo encogido de hombros, el clima no era tan cálido como
parecía y el suéter gris no era suficiente para cubrirlo, miro a lo lejos un
grupo de niños sentados alrededor de un brujo de piel verde, era viejo, algo
extraño en los brujos, Edrian se preguntó qué edad pudiera tener. Todos los
niños parecían estar poniéndole demasiada atención, seguramente la clase era de
las más entretenidas. Edrian camino hasta donde estaba Vanessa sentada en un
gran tronco observando a Aurora jugar con más niños, encantados por los pétalos
que la niña hacia volar por los aires para que ellos les atraparan.
- No puede ser. – Dijo
Edrian sentándose a lado de Vanessa. - ¿Cómo creció tanto en tan poco tiempo?
Vanessa no giro a
verle. – Deben ser las siestas, dicen que los niños a esa edad deben dormir
mucho para crecer más.
- Eso debe ser.
Hubo silencio.
- No sabía que habías
dejado el hospital, no pensé que lo dejaras tan pronto.
- Bueno, no es como si
me hubieran dado de alta.
- ¿Te escapaste? Pero
claro que te escapaste, por supuesto que te escapaste, eres tan… - Vanessa
tallo entre sus ojos. - ¿Hay alguna posibilidad de que te convenza de volver?
- No.
- Claro que no.
Edrian rio, - Ahora sé
porque te gusta estar aquí, incluso el aire es diferente.
- Después de tanto
dolor, estos niños no podrían estar más felices.
Gracias
a Alec.
Quedo flotando entre
ellos sin ser pronunciado, como si los dos evitaran hablar sobre el Cónsul.
Edrian se estremeció.
- ¿Tienes frio? –
Pregunto Vanessa al ver a Edrian con solo un suéter gris.
- Estoy bien.
Vanessa resoplo. – Esta
bien, puedo ayudar. – Vanessa tomo su estela desde su tobillo y sujeto la mano
de Edrian por su muñeca. – Mejor que un abrigo. – Dijo, pero el Cazador de
Sombras la detuvo tomando con su mano su agarre.
- No, Nessie. No
puedes.
- No quieras hacerte el
fuerte, aun estás débil, es solo una runa de calor…
- No, no lo entiendes, no puedes.
Vanessa le observo con más
atención. - ¿A qué te refieres?
Edrian pareció pensarlo
un par de veces antes de hablar. – Veneno.
Hubo algo que comprimió
el pecho de Vanessa. - ¿Qué clase de veneno?
- Del que solo las
hadas pueden tener, ese que afecta de una manera irónica y cruel a un Cazador
de Sombras. Son estupendas con el drama ¿No te has dado cuenta?
- Deja la palabrería a
un lado ¿Qué veneno?
Edrian miro la sincera
preocupación de Vanessa y poniéndose un poco más serio tomo una de las rastas
del largo cabello de la Cazadora y la jalo, un acto común y de cariño entre
ellos. – Semilla de belladona.
- Por su puesto. – Dijo
Vanessa con ironía. – Definitivamente son unas artistas en eso de torturar.
- No me torturaron,
solo se aseguraron de que las runas no funcionaran por un tiempo. Oficialmente
soy un Cazador de Sombras defectuoso.
Vanessa sonrió con
ternura y se acercó a Edrian, ciertamente pudo ser peor. – Estarás bien en unas
semanas. – La chica se abrazó a Edrian, si no podía marcarlo podía compartir el
calor de su runa con él. – Ya lo veras.
Edrian miro a los ojos
caoba de Vanessa, ella estaba con su cabeza recargada en su brazo mirándole y
sonriendo. Y Edrian se perdió por un momento en esos ojos, miro su infancia,
pero no la terrible, miro la diversión y la compañía siempre constante y
estable de Vanessa, ella quien siempre había estado a su lado sin importar que.
- Nessie. – Dijo Edrian,
pero fue interrumpido por un eufórico y alegre grito de niña.
- ¡Edian! - Le llamo Aurora
mientras corría hacia él.
Edrian no dudo, se acercó
corriendo a la niña y la levanto del suelo haciéndola dar vueltas en el aire. –
¡Por el ángel! – Dijo el Cazador. – Estas enorme y que hermosa. – La niña reía
sin parar mientras Edrian seguía haciéndola volar.
Vanessa les observo aun
sentada en el gran tronco pensando en que no podía haber una imagen más
perfecta en su vida.
*
* * * *
Max mantenía sus manos
levantadas mientras hacía mover pedazos grandes de madera hacia Will y Nathan,
Jace les observaba parado firmemente a unos metros, sus brazos cruzados sobre
su pecho, poniendo atención a cada movimiento de los jóvenes Cazadores de
Sombras, Will no solo esquivaba también combatía yendo al frente y convirtiendo
en esquirlas cada pedazo de madera con su espada. Nathan estaba intentando
recordar como sujetar su espada y no ser gravemente herido en el intento.
Will se acercó
peligrosamente a Max y este le recibió con una sonrisa, en un segundo Max tenía
en sus manos una espada con la que repelió el ataque de su amigo. La batalla
inicio cuerpo a cuerpo de una manera espectacular, Nathan perdió la
concentración por el asombro de ver la habilidad de ambos guerreros y no se percató
del tronco que aún seguía en el aire y directamente en su dirección.
- ¡Atento, Nathan! –
Grito Jace, pero el tronco golpeo directo a la cabeza de Nathan haciéndole
caer.
- ¡Por el ángel! –
Exclamaron Max y Will al darse cuenta de lo sucedido.
Ambos corrieron hacia
él. - ¿Nat, estas bien? – Pregunto Max mientras ayudaba a que Nathan se pusiera
en pie.
- Si. – Dijo el chico
mirando a Jace a la distancia. – Solo me lastime el orgullo.
- Creo que tenemos que
ir más despacio. – Dijo Jace y Nathan se sintió peor. – Seguiremos con algo de
lectura. – Jace entro a la casa para conseguir libros acerca de combate y armas
sagradas.
Nathan aún no terminaba
de sacudir sus ropas. – Soy un asco. – Murmuro y Max protesto de inmediato.
- Claro que no, eres
muy fuerte.
- ¿Acaso estás ciego? Viste
lo que paso, soy un asco.
- No, no lo eres.
- ¿Y que soy? – Dijo
Nathan molesto.
- Eres lo que eres y… Y
no necesitas ser nada más que eso.
-No quiero seguir
siendo lo que soy, ¡quiero ser fuerte! ¡quiero poder proteger a quien amo!
Max le miro sin saber
que decirle. Gracias al ángel por William Herondale, quien no tenía ese
problema. – Esta bien. – Dijo el chico golpeando el brazo de su primo. – Puedo
cuidarme solo.
Max y Nathan giraron
sus rostros hacia el más joven de ellos, divertido y vibrante como siempre, tan
capaz de cambiar la tristeza por diversión en un segundo. Los tres rieron en
una carcajada escandalosa y sincera.
- ¡Por el ángel! – Dijo
Nathan recuperando el aliento. - ¿Qué haría sin ustedes?
- Escúchate. – Dijo
Max. - Es lo que serás. Lo que eres.
-Un Cazador de Sombras.
-Dijo Will sonriendo.
*
* * * *
Era como hielo en las
venas, como estar caminando con un extraño entre las sombras de los grandes árboles,
todo en Magnus era distinto, su caminar, su postura y su mirada, una mirada
gélida y sin emoción, una armadura que Alec no había conocido, se aterro con la
idea de pensar en no poder penetrar en esta nueva coraza.
Seguía caminando detrás
del brujo sin hablar cuando Magnus se detuvo y después de un largo y agonizante
minuto finalmente le dirigió la palabra.
- Te escucho. – Dijo
con voz baja aun sin mirarle.
Alec dio un paso más
hacia Magnus. – Edrian estaba bajo un encantamiento y…
- ¡Detente! – Exigió
Magnus. – Eso ya lo dijiste, eso lo sé, eso no te disculpa, si es todo lo que
dirás ambos perdemos el tiempo. – Magnus giro y rodeo a Alec para andar por el
camino de regreso.
Alec le sujeto con
fuerza del brazo para no dejarle ir, el Cazador se percató de como Magnus
mantenía en su mano el medallón azul que colgaba de su cuello, ambos sabían que
representaba a Max, lo movía entre su mano como si este fuera su pilar, como si
necesitara fuerza de él.
- No puedes hacer esto,
prometiste darme una oportunidad.
- Yo no hice nada, y te
la estoy dando, eres tú el que no la aprovecha, no es que este convencido de
que quieras hacerlo.
- ¡Magnus!
- Se está acabando el
tiempo y mi paciencia ¿Quieres intentar algún otro comienzo?
Los hombros de Alec
comenzaron a subir y bajar con fuerza.
- Yo… - Y ahí estaban de
nuevo, sus propias palabras estrangulándose entre ellas en su garganta. – No
puedo… - Alec no estaba dispuesto a rendirse y a pesar de su terrible y
fracasado intento con las palabras, el Cazador levanto sus manos para subirlas
al pecho de Magnus, sujetando fuertemente su abrigo y después acariciando sus
hombros y clavícula. – Amor. – Dijo en un susurro.
Magnus miraba a los
ojos azules de Alec y ahora más que nunca miraba como en un cristal su arrepentimiento,
sus ganas inmensas de arreglar lo que había provocado, Magnus le miró fijamente
y a pesar de la sinceridad de Alec no pudo hacer nada para ayudarle en su
desesperación, por el contrario, se dio cuenta de que solo quería verle sufrir.
- No me toques. – Dijo
el brujo.
Fue como si el cuerpo
de Magnus le quemara, aparto sus manos y dio un paso atrás, su pecho estaba
peor que destrozado. No me toques.
Eran palabras que ni en el peor de los escenarios pudo imaginar saldrían de
Magnus, de su Magnus.
Magnus camino lejos de
él. - ¿Crees que puedo solo olvidar? Se supone que me amas, se suponía que
entre todas las personas que existen en este planeta, eras tú el único que
nunca me traicionaría, sin importar el tiempo o el lugar, eras tú, tu mi… -
Magnus sintió que el cristal azul le cortaba la circulación debido a la fuerza
con la que lo mantenía sujeto. – Necesitamos tomar distancia, necesito tomar
distancia. – Magnus hablaba de manera técnica, como si estuviera arreglando un
negocio más. – Es por eso que vine, necesitaba hablar con Jace y Clary de Max.
Alec estaba de espaldas
hacia Magnus, sintiendo que lo que estaba pasando simplemente no era real, se
sentía flotar sin rumbo, obligando a su razón a no perderse. - ¿De Max? –
Pregunto ido.
- Volveré a Brooklyn,
tu estarás ocupado en el Gard y necesito que alguien se encargue de él, sé que
no querrá ir a otro lugar en donde no este Nathan, así que son su opción.
Alec seguía mirando al
vacío. – Max ira contigo. – Hablo casi en un murmullo.
- No estamos en
condición de imponerle nada. – Magnus se escuchó de nuevo molesto.
- No imponerle. – Dijo.
- él querrá ir contigo.
El brujo tomo de
inmediato una postura a la defensiva, no quería aceptar ninguna amabilidad de
su parte. – Mejor para ti ¿No?
Alec giro a verle
finalmente.
- Ya sabes, Edrian. –
Magnus mostro su sonrisa irónica. – Muy conveniente.
- No puede ser, no
puedes odiarme de esta forma, no así y no tan rápido, es imposible.
Magnus acentuó mas su
sonrisa. – Es mucho más sencillo odiar a alguien que mantenerte amándolo. Aún más
cuando te ayudan a lograrlo. Ya habías escuchado eso ¿No es así? Es muy delgada
la línea que te hace pasar de un sentimiento al otro. Es interesante en
realidad.
- Basta por favor,
Magnus.
- En eso estamos de
acuerdo. Es suficiente de todo esto. – Magnus movió su cabeza. – Sabia que solo
perderíamos el tiempo.
- ¿Y no tienes el
suficiente para gastarlo en mí?
- Estuve dispuesto a
entregarlo todo por ti. – Dijo Magnus con sus dientes apretados. había una
brecha que duro unos segundos, desapareció y sonrió. – Ya ni siquiera importa
¿Cierto? – Magnus dio media vuelta y se alejó de Alec.
Alec le miro irse, se
sentía aturdido de una manera tan extraña, diferente a todo el dolor que alguna
vez haya sentido, diferente a todo lo que alguna vez imagino. Se sentía no como
navajas o fuego quemando, se sentía peor, se sentía vacío, por primera vez en
su vida y a pesar de haberlo estado hace mucho tiempo, ahora realmente se
sentía perdido.
*
* * * * *
- ¿No estás enojado con
él? – Pregunto Will sentado en la escalera de la entrada de su casa, jugaba con
una daga, su interés estaba en Max y su reacción a lo que acababan de contarle.
Nathan estaba cerca de él, sentado en el barandal con sus brazos alrededor de
Max quien tenía su espalda recargada en él. – ¿Por haber besado a alguien más?
- No. – Dijo Max y lo
pensó mejor haciendo un gesto. – Es decir, sí. Pero si dijo que lo hizo para
salvarlo, estaría mal si me enojo ¿Cierto?
- Algo parecido dijo tu
papá. – Informo Nathan. – A pesar de que dijo que no debía, se nota que esta
terriblemente arrepentido.
- Debe estar pasando un
muy mal rato. – Max negó con la cabeza. – Papá
no lo perdonará tan sencillamente, me di cuenta de que no será así.
Nathan presiono con
mayor fuerza a Max y dio un pequeño y dulce beso en su sien. Era raro ver a Max
así, tan decaído y preocupado por algo. – Malec
estará bien. – Le dijo para animarlo. – Ya verás.
- ¡Por supuesto! – Dijo
Max con ánimo. – Seguramente en cualquier momento saldrán de ese bosque tomados
de la mano y yo tendré que soportar una enésima luna de miel.
Los tres jóvenes rieron
hasta que Max dejo de hacerlo. Al ver hacia el bosque miro a su padre Magnus
acercándose con paso acelerado hacia ellos, para sorpresa de Nathan, Max se apartó
de su lado, claramente quería evitar que su padre les viera así. Fue desagradable,
pero sin duda ahora menos que nunca Max necesitaba algún tipo de reproche, sin
importar lo mucho que ahora más que nunca Nathan le necesitara.
Max no le quito la
vista de encima al brujo hasta que llego a ellos. – Necesito hablar con Jace y
Clary, quizás quieras ir a ver a tu padre, solo aconséjale que no entre o… -
Magnus movió su mano. – Bueno, solo dios sabe lo que haría si le veo una vez
más hoy.
Magnus entro a la casa
dejando a Max con inmensas ganas de gritarle al mundo que volviera a ser como
antes, por el contrario, solo asintió con la cabeza sin hablar.
- ¿Estas bien? –
Pregunto Will preocupado.
El celular de Max vibro
en su bolsillo, le tomo de inmediato y leyó:
Volveré
al Gard, espero puedas ir a verme, y por favor, no le quites los ojos de encima
a tu padre. Te necesita.
Te
amo, Blueberry.
- ¿Max? – Pregunto
Nathan angustiado.
- ¿Quieres que volvamos
a entrenar? – Dijo Will. – Eso siempre te anima.
Max miro al interior de
la casa. – No. – Dijo y entro a ella.
Su padre estaba con
Clary y Jace en la cocina, estaban teniendo una conversación seria y Max quería
escuchar. Se colocó de espaldas a la pared para que las voces se colaran hacia
sus oídos, Nathan y Will le siguieron.
*
* * * *
- Alec me lo dijo. –
Dijo Jace al brujo. – Pero tú lo entiendes ¿Cierto? Lo hizo para ayudar a
Edrian.
- Eso lo sé.
- No lo parece. – Dijo
Jace molesto, saber que Alec sufría era devastador para sus nervios. - Magnus
debes perdonarlo, su intención no fue mala, no lo fue.
- ¡¿Crees que no
quiero?! ¡Crees que no quisiera olvidarlo, hacerlo a un lado y seguir con él! ¡Con
nuestras vidas!
- ¿Por qué no lo haces?
– Pregunto Clary con la angustia reflejada en su rostro. – Si es lo que deseas…
- ¡Por que no puedo! –
Magnus, quien ahora se miraba más joven que ambos cazadores, dejaba ver su
vulnerabilidad, para muchos inexistente. – Lo he pensado, lo he meditado, he
intentado, lo he intentado con tantas fuerzas… pero ahora, cuando veo a Alec,
mi enojo solo se enciende, no puedo, no puedo perdonarlo.
Max llevo una mano a su
pecho mientras escuchaba con más atención oculto detrás de la pared, Will y
Nathan se miraron sin decir nada.
- Supongo que no
podemos obligarte a que lo hagas. – Dijo Jace derrotado. - ¿Qué harás,
entonces?
- Por eso vine a
ustedes, sé que no necesito pedirles que vigilen a Alec, él…
- Tiende a hacer
tonterías, lo entiendo. – Dijo Jace cruzando los brazos sobre su pecho. – El
trabajo le ayudara, es su mejor forma de sobrellevar este tipo de cosas. Pero
el que nos preocupa ahora eres tú. ¿Qué harás tú?
- ¿Te preocupas por mí,
Herondale? – Dijo Magnus en un tono divertido en extremo forzado, Jace no
reacciono, definitivamente no estaba de humor para ninguna clase de chiste.
Magnus tomo aire con fuerza, preparándose a sí mismo. - Creo que lo mejor por
ahora es poner distancia de por medio, volveré a Brooklyn.
Jace y Clary se
miraron, como si les hubieran dado la peor noticia del mundo, quizás lo habían
hecho.
- Si le pides tiempo a
Alec, te lo dará, no necesitas irte. – Dijo Jace.
- Créeme, lo necesito.
- ¿Te llevaras a Max? –
Pregunto Clary intentando ser práctica, con un nudo en la garganta.
- Dudo que quiera, y ni
siquiera me atrevería a preguntarle, tiene a Nathan ahora y sé que no se
alejara de él por ningún motivo. Volveré al trabajo, quizás. No lo sé.
La ansiedad de Clary
aumento, pensar en Magnus solo, en su apartamento, sin Alec, sin Max, sin su
familia, era demasiado para soportar.
- Estaré bien,
Galletita. – Le dijo el brujo adivinando sus pensamientos, - He estado solo
antes, podre estar solo ahora.
- ¡NO! – Max había
entrado a la habitación y tomo el brazo de su padre con fuerza. Magnus solo se
quedó mirándole sobresaltado. – ¡No te iras sin mí! ¡Voy contigo ¿Entiendes?! ¡YO
VOY CONTIGO!
*
* * * *
- Dos días seguidos. –
Dijo Vanessa al encontrar a Edrian caminando por los pasillos del instituto. -
¿A que debemos tal honor?
Edrian rio,
definitivamente merecía eso. – Prefiero estar aquí que en cualquier otro lugar.
– Dijo sin animo.
- ¿Más que en el Gard? ¿En
donde podrías disfrutar de la compañía de tu jefe?
- Si, eso no está ni
cerca de ser verdad.
- ¿Qué paso?
- Fui e intenté hablar
con él, pero… solo dijo que no, que estaba ocupado.
- Auch.
- No es que sea del
todo mentira, ahí estaba Helen y Aline Penhallow así que sí. Estaba ocupado.
- Como digas.
- Ni siquiera me
pregunto cómo estaba.
- No quiero decir “Te
lo dije” pero… Te lo dije.
- Debes estar
disfrutando esto ¿No? – No estaba enojado, estaba resignado en que merecía lo
que ocurría con Alec y su indiferencia.
- No. – Dijo Vanessa. –
En lo absoluto lo disfruto, no quiero verte sufrir, Edrian. Nunca.
Había algo en Vanessa y
en sus ojos que le hacía siempre querer mirarlos todo el tiempo. No era solo lo
hermoso e intrigantes que eran, era un sentimiento más profundo, recuerdos
alegres de su infancia y el querer estar con ella por mucho más tiempo.
- Nessie ¿Tu…?
Hubo un fuerte ruido de
campanas alrededor de ellos, en ese momento múltiples puertas en múltiples
salones se abrieron para dar paso a diferentes estudiantes de diferentes edades
y especies.
Vanessa miro a Edrian.
– Hora del primer descanso.
- ¿Cuántos descansos
tienen?
- Son niños, Edrian, no
soldados.
- Los miman mucho.
- ¿Envidia?
- Solo un poco. –
Edrian fijo sus ojos a la pequeña Aurora que corría ya en su dirección. – Pero
les perdono. – Dijo riendo y tomando a la niña en sus brazos.
- Dale tiempo. – Dijo
Vanessa. – El Cónsul te buscara si quiere hacerlo, solo deberías hacerle saber
que sigues por ahí.
- Nah, estará mejor sin
mí. Tiene demasiadas cosas como para darle un problema más. – Edrian acaricio
una de las rastas de Aurora en su largo cabello rosa. - Prefiero estar aquí, en
algo podre ayudar. Por lo menos hasta que pueda ir a combate de nuevo.
Nessie sonrió cuando
Edrian movió su mano del cabello de Aurora al de ella jalando también una de
sus dos largas rastas que se asomaban desde la parte de atrás de su cabeza.
- Si. - Le dijo
sonriendo. – Podrías ser útil aquí con nosotras.
*
* * * *
Nathan se encontraba en
la residencia Herondale, su habitación era sorprendentemente agradable, estaba
en el tercer piso y tenía la mejor vista, una ventana con dirección al bosque y
un traga luz que dejaba ver las estrellas por la noche, ahora miraba al cielo
de la mañana sin muchas ganas de ponerse en pie y comenzar su día.
-
¡YO VOY CONTIGO!
Recordó una vez más,
como toda la noche, como lo había hecho el último par de días después de
escuchar a Max y ver la determinación en sus ojos, algo que dolió a pesar de
que estaba mal. No había podido ni querido hablar con Max de eso, no había nada
de malo en querer ir con su padre, en querer estar con él a través de estos difíciles
momentos. Intentaba con todas sus fuerzas convencerse de ello. Triste era darse
cuenta de su egoísmo al no lograr hacerlo.
Cuando bajo después de
luchar con la complicada ropa mundana que su tía le llevaba cada mañana, se dio
cuenta que el desayuno estaba servido, pero parecía que nadie a excepción de
Charlie estaba dispuesto a comer. Will tuvo que dejar decentemente vacío su
plato para ser liberado de la mesa, Nathan comió un plato de fruta y cereal, la
mañana transcurrió sin novedad, no hubo entrenamiento, al parecer los Herondale
tenían incluso un día libre. Después de vagar por la casa un par de minuto,
Nathan entro a la sala de estar. Clary estaba con Will ayudando con lecciones
de historia. Jace y Charlie pasaban el tiempo frente al piano, la pequeña
tocaba hermoso y su padre le ayudaba con las notas que pudieran ser complicadas
para ella debido a su edad.
Nathan carraspeo. – Lo
lamento, no quiero interrumpir, es solo que me preguntaba si pudiera salir a
dar un paseo.
Jace y Clary se
miraron. – Cariño, - Dijo Clary. – No creo que sea buena idea, las hadas
rebeldes podrían intentar tomarte de nuevo y…
- Entonces él podría
hacerse cargo, - Dijo Jace seguro. – Ha mejorado mucho en su entrenamiento, no
debes preocuparte, sabe cuidarse solo.
Clary suspiro. – En ese
caso, no veo porque no.
- ¡Iré contigo! – Dijo
Will y antes de levantarse su madre le detuvo.
- Pienso que Nathan
quizás quiere estar solo.
Will la miro intentando
descifrar las extrañas palabras que su madre había pronunciado, estos últimos
días Will y Nathan habían pasado cada minuto de cada día juntos, que Nathan
fuera a algún lugar sin él era extraño y difícil de aceptar para los oídos de
Will.
-Hm, si tal vez tengas
razón, por lo de Max y eso ¿No?
- Tan sensible como tu
padre. – Dijo Clary revolviendo su cabello. – Lleva una espada, una daga y una
estela por si necesitas mandar un mensaje ¿Te parece?
No fue un precio tan
alto desde su perspectiva. Nathan acepto y salió de la casa corriendo hacia el
bosque, por un momento quiso desprenderse de la chaqueta de cuero verde, pero
no tenía ropa de hada ni manera de conseguirla. Así que solo siguió respirando
aire fresco y corriendo, liberado de la sensación de ahogo que había estado en
su pecho desde hace días. Era un hada, había crecido entre plantas, animales,
magia natural y libre, sin reglas y sin leyes mortales como La Ley de los
Nefilims necesitaba sentir eso una vez más, solo por un momento antes devolver
y seguir entrenando.
Nathan paso mucho
tiempo creando puntas de flecha, a pesar de sus intentos, sin duda Max estaba
presente en sus pensamientos incluso sin siquiera desearlo. Levanto la vista al
cielo, podía sentir la lluvia llegando a él a través de la tierra que se
comunicaba, miro a su alrededor y recordó la cueva que estaba cerca de donde se
encontraba, llego ahí poco tiempo después de que hubiera empezado a llover.
Nathan movió su cabeza
quitando el exceso de aguan introduciéndose más hacia la cueva.
- De haber sabido. –
Dijo una voz familiar desde la entrada de la cueva. – Hubiera traído paraguas.
- ¿Max? – Nathan no
podía creer lo que veía. - ¿Qué…? ¿Cómo sabias que estaba aquí?
Max paso su mano por su
rostro para quitar las gotas de la lluvia. – Soy un brujo ¿En verdad te
sorprende?
- Me sorprende que
estés aquí. Con todo lo que estás pasando…
- También estas pasando
por mucho y… - Max suspiro. - lo lamento, lamento tener que irme y lamente
tener que dejarte con todo esto pasándote, en verdad, yo…
- No tienes que
disculparte, debes ayudar a tus padres, no estoy enojado, en lo absoluto.
- Deberías. Has estado
para mí siempre y…
- Tu para mí, no lo
puedo olvidar, en los peores momentos has… me has ayudado.
Max se acercó a Nathan.
- ¿Estarás bien?
Nathan le sonrió. – Lo
estoy. – Se quitó su chaqueta y la coloco sobre los hombros de Max. – Voy a
extrañarte con locura, pero… - Nathan se giró para buscar un lugar en donde
sentarse y pasar la lluvia dentro de la cueva. Fue cuando sintió los brazos de
Max alrededor de él y el cabello del brujo cosquilleaba en su espalda.
- También te extrañare,
más que cualquier cosa.
El corazón de Nathan
palpitaba sin control dentro de él, nunca dejaría de sorprenderse por lo que
Max le provocaba. - ¿Me llamaras? – Pregunto sin saber que más decir.
Max rio e hizo que
Nathan le mirara de frente. – Vendré a verte. Portal privado y exclusivo ¿recuerdas?
Además. – Max estaba sonriendo. – Puedes ir a verme, Tía Clary puede abrir un
portal para ti cuando lo desees. Te gustara Nueva York, hay un restaurante
vegetariano en la calle 2da que, te lo juro, me hizo amar los vegetales, o
podemos ir al cine, o a Central Park, hay un lugar con murales increíbles. Será
genial, lo sé.
Solo Maxwell Lightwood
podría convertir una despedida en algo hermoso. – ¿Es una cita? – Pregunto
Nathan tomando el rostro de Max entre sus manos.
Max rio con mayor
intensidad. – Es una cita. – Confirmo.
*
* * * *
- Esto es estúpido. – Izzy
estaba impacientemente pasando por la habitación de Magnus mientras este
terminaba de juntar las ultimas cosas para iniciar su viaje de regreso a
Brooklyn. – Increíblemente estúpido.
- Sé que debes estar
furiosa conmigo, pero no puedo quedarme.
Izzy se detuvo y le
miro. – No estoy enojada contigo, es a mi hermano a quien quiero asesinar.
Magnus dejo de hacer
todo lo que hacía. - ¿Acaso estas de mi lado, Isabelle Lightwood?
- ¡Por supuesto! Es
decir, no se lo diré y espero que tampoco tú lo hagas, pero… que estúpido.
Magnus sonrió más por
reacción que por sentimiento. – No, no lo soportaría.
- Te importa mi hermano
¿cierto? A pesar de todo tu…
- Lo amo, más que a mi
vida.
- Y por eso no puedes
perdonarlo.
- Es raro ver que
alguien me entiende.
- Yo no podría perdonar
a Simon si me traicionara. No lo soportaría.
Magnus cerro la maleta
con fuerza. – Quisiera sacarlo de mi mente con magia, quisiera…
- Pero no lo harás. –
Isabelle se acercó a Magnus y coloco sus manos sobre los hombros del brujo, la
joven niña se había convertido en una mujer madura con un semblante de adulto
más marcados que el de Magnus quien permanecía como un joven de 19 años. – Lo
soportaras, lo superaras e iremos a emborracharnos como antes. ¿De acuerdo?
Podemos crear mensajes de odio para mi hermano y…
- ¿Lo cuidaras, cierto?
Isabelle soltó a Magnus
y suspiro con decepción. - ¿Cuándo te hiciste tan patético, Magnus Bane?
Magnus rio sinceramente
y desde el fondo de su corazón por primera vez en días. Paso sus manos
ferozmente por su cabello. – Esto es una pesadilla.
- Sobreviviste a un par
de Guerras mundanas, a un levantamiento a dos guerras en el mundo de las
sombras, al infierno y a la constante compañía de mi hermano. Créeme. Estarás
bien.
- Lo intentare.
- Lo harás. – confirmo
Isabelle. – Recuerda que Max ira contigo y no dejare que conviertas su vida en
una nube de melancolía y tristeza, es tu hijo y se merece todo de ti, incluida
tu alegría, aun si te cuesta encontrarla.
- Otra cosa en la que
estamos de acuerdo. – Magnus beso la frente de Isabelle y salió de su
habitación para dirigirse hacia el jardín.
El brujo no estaba
exactamente preparado para ver a Alec con Max cerca del portal, el chico estaba
en los brazos de su padre.
- Lamento tanto hacerte
pasar por todo esto. – Le dijo Alec al separarse. - ¿Podrás no estar furioso
conmigo?
- No estoy ni cerca de
estar enojado. Pero… me asusta pensar en lo mucho que voy a extrañarte.
- No pienses en eso.
Estaremos en contacto. Lo sabes.
- Papá ¿Volverán a
estar juntos, cierto?
Alec tomo de nuevo a su
hijo. – Es algo que no puedo saber – Después busco el rostro de Max. – Pero te
prometo que hare todo cuanto esté a mi alcance y más para que eso suceda. No me
voy a rendir, hijo.
- ¿Aunque mi padre se
comporte como un cretino?
Alec sonrió débilmente.
El notar lo mucho que este niño les conocía era una forma de sentirse más unido
a él. – Tiene todo el derecho de estar enojado, y si necesito pasar por todo
ello para estar con él de nuevo, lo aceptare con gusto.
Max se aferró una vez más
a su padre, esta vez con mayor fuerza y ocultando su rostro en su hombro.
- Te amo, Max. –
Susurro Alec, beso su frente y tan difícil como dejar ir su propia vida, soltó
a su hijo para verle atravesar el portal.
Unos segundos después
Magnus apareció con paso apresurado. Antes de que se marchara Alec le hablo.
- ¿Puedes darme unos
minutos antes de que te vayas?
- ¿Es acerca de Max? –
Pregunto Magnus a regañadientes.
- Es acerca de
nosotros.
- No creo que sea buena
idea, la última vez no salió nada bien.
- Tal vez porque no se
dijeron las palabras correctas.
Magnus invoco a la paz
que parecía alejarse de él con cada palabra. - ¿Y cuáles serían esas palabras,
Alexander?
- Sé que rompí mi
promesa de nunca hacerte daño, que estás enojado por lo que hice, pero debes
saber que un beso no significa nada cuando es la persona incorrecta.
- Eso podría ser
cierto.
Alec miro una luz
comenzando a brillar.
- ¿Pero te has
preguntado si lo es? – El rostro de Alec le confirmo que no sabía a qué se refería.
– Efectivamente, un beso no significa nada cuando la persona no lo hace, pero
este no es el caso, estás enamorado de Edrian y eso le da significado que no
puedo ignorar.
- No hay nadie más en
mi corazón que tú, ¡Eres mi corazón!
- Un corazón dividido.
Seelie lo dijo.
- ¿Ahora crees en sus
palabras engañosas?
- Necesitaras el perdón de tu amor ¿No estamos acaso en esa
situación?
- Lo necesitaras tan profundamente que querrás estar muerto. –
Repitió Alec y Magnus se estremeció al escuchar las palabras. Pensar en Alec
deseando estar muerto era insoportable. – Ciertamente lo estamos.
Magnus por primera vez
se mostró vulnerable a Alec cuando con desesperación paso su mano por su
cabello negro.
Alec dio un paso hacia
él al ver la brecha en su armadura. – Hare lo que sea para recuperarte ¡lo que
sea! Solo dime que hacer, lo hare sin pensarlo, Magnus, por favor.
- No puedes, no se
trata de lo que harás, si no de lo que hiciste, de lo que quieres.
- ¿Cómo podría querer a
alguien mas que a ti? ¿Por qué alguien como Edrian puede afectarte tanto? Desde
tu punto de vista, siendo tu Magnus Bane ¿Por qué?
- Porque puede darte
cosas que yo nunca podre.
- Eso es imposible.
Magnus tomo la muñeca
de Alec y la giro para que Alec mirara a su brazo marcado, a sus runas, las
runas del ángel. – Puede casarse contigo.
- Pero tú y yo podemos…
- No, no de la manera
que deseas, no importa lo que hagamos, nunca lo consideraras real. Entonces
nada nunca me unirá a ti.
- ¡Te amo! – Dijo Alec
con desesperación.
- También te amo. Por
sobre cualquier cosa. Pero eso no evita que tenga razón.
- ¡Eres el padre de mi
hijo! – Dijo Alec - No puede haber lazo más real que ese.
- También lo creía, me
aferraba a esa idea para poder soportar no poder darte lo que deseabas, pero
estaba sujeto a una ilusión, una idea absurda sin poder alguno.
- ¿Y Edrian logro
cambiar esa idea? – Pregunto Alec incrédulo. – No es posible.
- No, no Edrian. Tu.
Magnus sabía que no
había más que decir y retomo su camino al portal, Alec lo sujeto del brazo con
fuerza.
- La última vez, y a
pesar de que me decías adiós – Dijo Alec. - Me besaste cuando te lo pedí. –
Alec se acercó a Magnus. – ¿podrías intentar?
La mirada de Magnus se
ablando.
- Por favor. – Pidió
Alec en una súplica.
Magnus se acercó con su
voluntad hecha tirones, subió sus manos a los costados del rostro de Alec, por
unos segundos miro de nuevo al chico inseguro que había conocido y le había
maravillado hace más de una década. El brujo trazo lentamente los labios de
Alec con su pulgar, la idea de besarlo le provoco fuegos artificiales en su
estómago, entonces se inclinó y cerró los ojos.
Y detrás de sus
parpados cerrados miro aquella habitación de hospital, miro los labios de Alec,
estos mismos labios que tanto anhelaba besando a alguien más, sintió arder su
estómago de una manera por completo diferente y con mayor intensidad, alejo a
Alec empujándolo lejos de él.
- No. – Le dijo el
brujo con Alec mirándole en estado de shock frente a él. – No quiero besarte.
Después de eso Magnus
Bane atravesó el portal.
Continuara…
@MayGraciel ♥
Espero y hayan
disfrutado de este capítulo ¿Ya notaron la pequeña obsesión que tiene @Neiara29
con Natwell? ;D Es una gran artista y una gran amiga que me ha obsequiado estas
obras increíbles. Lo que me lleva a lo siguiente; He recibido un par de fanarts
de parte de los lectores y me gustaría mucho hacer una galería de ellos aquí en
el blog ¡Por favor ayúdenme para que sea enorme! Si les gustaría estar
incluidos (Espero y si XD) no duden en enviar sus obras con respecto a mis fics
ya sea a mi twitter @MayGraciel o a la página en Facebook Malec Fanfic. O a mi
correo Mayragverdias@gmail.com
Me encantaría saber de ustedes.
Muchas gracias a todos
por sus increíbles comentarios ¡Nos estamos leyendo!
#May
May enserio te odio de forma buena claro esta, como puedes hacerme esto??
ResponderBorrarMe debes otros dos capitulos y un adelanto no lo olvides
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarMe rompes el corazón! Ahhhhh!! Literalmente llore cuando Max consoló a Magnus y también cuando Magnus les dijo a Jace y Clary que no podía perdonar a Alec. Me destrozaste, o sea no puedes dejar esto así. Te suplico, por el Angel, actualiza lo mas pronto que puedas porque me matas con cada segundo de espera y este, en especial, sera una tortura.
ResponderBorrarPd: Aunque me rompas el corazón sigo amando como escribes
May en verdad escribes cosas hermosas, pero Diooooos como me haces llorar. En verdad espero que pronto actualices porque sino mi corazón se romperá más.
ResponderBorrarEspero que Malec vuelvan a estar juntos porque yo los shipeo con el alma.
Gracias por compartir esto con nosotros, soy tu fan.♡
Pues que esperabas Alexander si Magnus hubiera hecho lo que tu que hubieras hecho en fin.
ResponderBorrarEste capitulo rompió y pisoteo mi corazón todo fue dolor y tristeza y mas dolor ya ni siqueira se que pensar que pasara con nuestro malec espero que se resuelva de la mejor manera igual creo que apoyo en todo sentido a Magnus. Yo no perdonaría algo asi.
Edrian feliz y alec destrozado que va a pasar?
Ahahahhaha me ilusionaste tan vil mente crei que si se besarían :c y ño paso.
En fin acabas de actualir y ya quiero mas espero no te tardes tanto la verdad sufri muchísimo esperando este capitulo.
PD: Amo los dibujos de esta chica enserio ame el de Max y nath besándose es hermoso y no se si tenga de malec :v bueno me gustaría verlos y si no si lees esto PORFAVOOOR HAS UNO xD jajaja
Un beso no se le niega nadie, ( que lío para un beso)
BorrarNooooooooo.....por queeeeee espere tanto ese capitulo, a diario revizaba a ver si ya actualizaste y ahora lo lei y me encanto y quiero massssssss me toca esperar hasta que actualices de nuevo por queme haces sufrir asi actualiza pronto porfis
ResponderBorrarYo..... ya no sé que decir. Tengo los dedos flojos y me evito llorar lo mejor que puedo pero... De verdad han soportado tanto, tanto, tanto. Cassandra nos hizo sufrir mucho, de verdad y ahora de nuevo. Joder que nos duele hasta a nosotras no puede pasar esto ¿Harás lo mismo que con Johaana ¿No? Por favor, que no llegué la relación de Alec y Edrian a más ¿Acaso es un demonio o parte demonio? Es peor que Sebastian. En serio, si llegan al punto de "la cama" se acabará mi amor(?) Es decir ¿En verdad era necesario? C": ¿No será culpa de Seelie? ¿No? No puede ser mera coincidencia el hecho que ella lo diga... Por favor... No los hagas sufrir más queremos nuestro malec y Maxat (?)
ResponderBorrarYa nee :/
May te odio!! Bueno no! Te adoro, gracias mil veces por tus increíbles fics. .. pero aquí si odio a Alec! No puede estar maldita mente confundido! ! Aunque sea mínimo es imperdonable que sienta algo por Edrian, él es todo para Magnus! YA MATA A ALEXANDER Y REVIVE A CAMILLE Y que MAGNUS SE QUEDE CON ELLA ! Ella era una perra sin corazón pero sincera! Alec aquí sólo es un hipócrita! !!!!!
ResponderBorrarOK, me exalte Jajajajajajaja pero ya has que Alec sufra muchísimo y que se de cuenta que no siente nada por Edrian y Regresame a mi Malec ♡♡♡! !! :'(
Por favor por favor por favor por favor NO TARDES EN ACTUALIZAR! !!!!!!!!!!!!!!!
CADA CAPITULO MUERDE MÁS CON LA ANGUSTIA, DOLOR, CORAJE. ..MUCHÍSIMO! !!!!!!! :*
Hola quería decirte que escribes genial desde que encontré tu página me enganche a tus historias de malec esta en particular me gusta muchísimo espero que actualices pronto me quede con la intriga de que pasara con magnus y alec.
ResponderBorrarwow es increíble May cada día eres mejor, adoro como escribes y enserio amo esta historia, mil gracias por escribirla. Logras sacarme de mi rutina diaria y del estrés en constante acumulación debido a la escuela, deseo leer el siguiente capitulo estoy segura de que será aun mejor....
ResponderBorrarRealmente llore como Magdalena en varias partes pero el final me mato... fue muy triste y sabes me siento algo mal por Alec aunque aun asi quiero que sufra y después haga cosas hermosas para recuperar a Magnus....
Lo dije y siempre lo diré, escribes genial, pero por favor necesito que se recupere el amor Malec, realmente esta historia me está matando, por favor que resurja el espíritu Malec, porque Alec sufrió tanto para estar con Magnus y no puede haber dudas, NINGUNA en su corazón respecto de su amor amor.Actualiza pronto porfis.Gracias
ResponderBorrarMe rompes el corazon cada vez mas, mi pobre Magnus no se merece tanto dolor y no se que pasara con ellos pero se que llorare tú conseguiras que llore. Eres una gran escritora, tienes mucho talento te admiro
ResponderBorrarDiooooos es que me las lloré todas!! Sufrí tanto con este capítulo, por favor espero que puedas actualizar pronto, te juro que todos los dias revisaba si subias el capitulo, todos los dias, te lo suplico con el alma:(
ResponderBorrarNo me gusta en absoluto Edrian, me parece bien que alec sufra, y que sufra mucho mucho demasiado,que lo torture el dolorrrs, quiero que por el tiempo en el que Magnus no esté se de cuenta de lo que pierde si él no está a su lado, que un capricho pasajero jamás igualará la felicidad que magnus le ha dado, que aprecie y sufra por su ausencia, para que grrrr es que lo quiero matar xd
Por favor may, moriré esperando, te mando un abrazo y un beso, te suplicarè por todos los medios posibles XD
Hola, es la primera vez que escribo, no participo mucho (soy algo tímida) sin embargo quiero decirte que me fascinan tus historias las he leído varias veces hasta el grado de memorizarlas. Muchas gracias por brindarnos la oportunidad de leer tus historias, son increíbles. Me animé a escribir para decirte que me hiciste llorar y eso no es muy fácil de lograr, ni siquiera lloré con los libros(si sentí feo y nudo en la garganta pero nada más). Espero con ansias cada nueva actualización y tómate el tiempo necesario para la continuación porque imagino que tan espléndidas historias merecen dedicación.
ResponderBorrarAh! Y una cosa más se que en estos momentos todos deben odiar a Alec, si hizo algo terrible, difícil de perdonar, además Magnus es hermoso, fantástico e increíble que no merece sufrir,lo sé, pero aún así apoyo a Alec, creo que es algo normal(?), él no ha estado con ninguna otra persona, nunca. Así que alguien haya llamado su atención o que sienta simpatía por alguien fuera de su familia no me parece tan ilógico. No quiero que tenga una relación con Edrian, osea no, es un no definitivo, sería horrible, Malec es demasiado bello y prefecto para dejar de existir. Bueno solo quería expresar mi opinión y espero sigas escribiendo tan increíble como hasta ahora. Estaré pendiente de la siguiente parte XD
Y espero seguir contando con tus increibles comentarios, muchas gracias por tu opinion y lindas palabras, Un abrazo!!
BorrarTe hice llorar, Yeihh!! ;D
cuidate mucho y gracias!
Porque!! Que necesidad había de hacerme llorar! Ay no, no hagas esto por dios! No, no separes a Malec! No me hagas sufrir más por favor! Aunque escribes de maravilla no puedo con esto! Malec es todo! :) Actualiza pronto por favor!.
ResponderBorrar-Karla
Michelle, preciosa,
BorrarNo puedo estar más de acuerdo contigo, sin dejar de lado que estuvo mal Alec, él núnca había estado con nadie y es lógico y humano lo que le está pasando y va a ser emocionandte ver cómo arreglan las cosas.
Te mando un beso y animo, nuestra escritora aun no termina el fic. Asi que hay que apoyarla.
Otro beso.
Pita :3
Noooo enserio.... Mi corazón.... 😢 malec.... Es irreal no lo puedo creer estoy destrozada.
ResponderBorrarwoo se me hiso pedazos el corazon por magnus,alec merece estar pasando por esto y mas..... !!! bien magnus castigalo ...
ResponderBorrarDios, nooo!!!!
ResponderBorrarPor favor no tardes en actualizar, por favor, por favor, no me voy a soportar! (parezco una Herondale por el drama jajaja). Pero mi corazón está destrozado por lo que pasa a Malec! Me hiciste llorar!
Me encantan sus historias!!
Hola, esta es la primera vez que escribo. Encontré tu página cuando estaba buscando fanfics de malec, y enserio estoy sumamente feliz de haberla encontrado. Amo como escribes. He leído todas tus historias millones de veces. Amo como con cada historia me haces reír,llorar,enojarme,sonreír,etc. Esta historia es mi favorita hasta ahora porque no sólo hay malec sino también está max :) y estoy de acuerdo con muchos de los comentarios, me alegro de que Alec sufra. Lo amo pero creo que debe costarle el perdón de magnus. No quiero que terminen, solo quiero que a Alec le cueste su perdón y se de cuenta de lo importante y esencial que es Magnus para el. Todos los día reviso la pagina para ver si ya actualizaste esta historia, cuando vi que lo habías actualizado grite u sonreí como loca ;) Gracias por todo el esfuerzo y tiempo que le dedicas a estas maravillosas historias. Espero puedas actualizar pronto, no creo que puedo esperar mucho tiempo ya que este capítulo me encanto. Te deseo lo mejor. Besos, abrazos y que dios te bendiga
ResponderBorrarPor el Ángel �������� mi alec ����������en Estado de coma meas dejado asta el próximo capitulo......
ResponderBorrarPD.mencanta como escribes
Como pudiste rompiste mi corazon en trizas como haces esto lo borrare de mi mente nuca paso lo olvidare pero oye me gusta como escribes deberias escribir en una editorial pir el angel amigo con
ResponderBorrar������Ahora puedo entender un poco más el sufrimiento de Malec,no solo de Magnus...te juro que lloré todo el capítulo...
ResponderBorrarPs:escribis hermoso y actualiza rápido POR FAVOR!!!
Sería mucho pedir que no tardes tanto para quitar el sufrimiento que me has provocado estuvo hermoso el capítulo y creo que magnus tienes razón en molestarse,por que Alec no se a casado con el y por que beso a editan es obvio que siente algo por el no se merece a.magnus. No tardes en actualizar por favorrrrr
ResponderBorrarMe has matado, es un capitulo lleno de emoción y drama, me encanta como escribes!, esperó con muchas! Ansías el próximo capítulo :3
ResponderBorrarMe encanta la historiaaaa. Solo una cosa, ¿por qué siempre Magnus le termina a Alec? estaría bueno que sea al revés y que aparezca alguien en la vida de Magnus, una mujer así tipo camille y Alec viendo todo jiji.
ResponderBorrarpero si casi lloro con mi Malec :( pobre Magnus bebé.
concuerdo, ojala despues escribas algun one shot o similar con ese tema, y con alex aún bebé, sería mucho mas dramatico-gracioso XD
BorrarUyy me encanto el capitulo aunque me haya hecho llorar. Es comprensible que alec este confundido ya que solo ha estado con Magnus y sienta algo mas por Edrian que lo trata con respeto y afmiracion... Como dicen en mi pueblo se le subio la fama y se mareo (por asi decirlo)
ResponderBorrarQue tengas buena semana.
Saludos!
que fuerte que fuerte que fuerte, es genial, me encanta, pobre alec tonto solo tiene q reconocer q se sintio atraido por alguien que le abrio su corazon, pero que obio no quiere en sentido amoroso, u.u, tambien fue muy bueno que empezaras a dejar ver q edrian en realidad esta enamorado de forma platonica de alec y q de lo que verdaderamente esta celoso magnus es de lo que edrian podria darle a alec y q el no puede,*.* porfavor huelo a boda?,me encanta asi al infinito...unica cosa, porque todo mundo sigue imaginando a max con cuernos si en el fragmento del libro donde casandra lo dio a conocer solo menciona que es azul -_- ...(porcierto, tu escribes mucho mejor que ella, lo unico bueno de sus libros son los personajes :P) gracias por escribir :D
ResponderBorrarEs verdad, a Max no lo describe con cuernos pero tomo de referencia los dibujos de Cassie Jean, por lo menos Cassie nos dijo que ese era Max, asi que... Esperemos y nos terminen de aclarar las dudas.
BorrarMuchas gracias por decir que escribo mejor que Cassie, en mi opinion, nadie escribe mejor que ella XD Pero de corazon gracias!
Y tambien gracias por leer. lo aprecio mucho.
Besos!!
Mónica, Michelle, y esta personita que no firmó... por fin, somos más que pensamos igual. Hay que seguir apoyando a nuestra escritora y darle ánimo para que siga escribiendo a pesar de que ha tener MUCHO que hacer.
ResponderBorrarBesos hermosas =3
Pita
Gracias hermosa :D
BorrarTu eres la hermosa... Y ánimo, que la travesía de escribir, no la vives sola, TODAS te esperamos y queremos que estés bien en TODO lo que haces.
BorrarUn abrazototote y un beso:
Pita desde el hermoso cielo de Sinaloa =)
Ángel: hola may realmente eres tan buena escribiendo logras trasmitir tantas emociones, ya conoces mi opinión de Alec. Por favor no hagas que magnus sufra mucho mas por lo menos dale la oportunidad que alguien nuevo en su vida, alguien que no tenga dudas que lo ame y si puedes alguien inmortal
ResponderBorrarHola!! Mi nombre es Abril (pero me dicen Abby), el 19 de septiembre es mi cumpleaños número 15
ResponderBorrar15 septiembres en mi vida
Y quería saber, si no es mucha molestia, si podrías subir capítulo ese día
Sería magnífico!!
Besos!!!
-A.
19 de Septiembre, ANOTADO!! ;D
BorrarBesos para ti tambien.
Porque hasta el 19!!!!! Esto no es de dios :'v publica el ocho y regálale a la niña el nueve plis
BorrarAshhshsjsjs ya llegó el día <3
BorrarPero si quieres sacar el capítulo antes del 19 todos te.lo agradeceríamos y escribes mejor que cassie
ResponderBorrarMadre mía! Qué capítulo! Me has hecho pensar mucho en esta preciosa pareja y en toda tu maravillosa historia.
ResponderBorrarPrimero, yo no puedo demonizar tanto a Edrian. Entiendo perfectamente que esté enamorado de Alec, quién no. Y cuando uno está enamorado es difícil pensar con la cabeza y aceptar que esa maravillosa persona no es para ti.
Segundo, tampoco creo que haya que echar a los lobos a Alec. Yo no creo en el amor predestinado y que sólo hay una persona para cada uno. Creo que es posible estar enamorado de alguien y conocer a otra persona con la que encajes igual de bien o de manera distinta a tu pareja. El tema está en saber si quieres seguir con tu pareja o pasar página, en evitar las tentaciones y en seguir cuidando del amor que ya tienes. Está claro que esto se le ha dado un poco mal a Alec.
Tercero, entiendo perfectamente que un simple beso haya destruido la confianza de Magnus. Pero acaso él no ocultó a Alec todos los celos que sentía? Por qué no fue más sincero sobre sus miedos con Alec?
Y cuarto, sin que esto determine lo que vas a escribir para continuar tu historia, porque es tu historia y yo la disfrutaré decidas lo que decidas. Creo que Magnus y Alec encontrarán el camino para reconciliarse. Que Magnus acabará perdonando a Alec completamente. Pero me pregunto, si la situación fuese al revés, Alec conseguiría perdonar?
Ya ves, mucha comedura de coco.
Como siempre te digo, gracias por compartir tus historias con nosotros. Escribes maravillosamente.
Merce (España)
Me encantó (como siempre) pero me hizo sufrir muuuuuchhhhhooooo </3 y ya quiero que se arregle y que Alec no haga más tonterías por favor, y claro más NathxMax 7u7
ResponderBorrarOk no, pero me encanta esa pareja
Ya quiero ver qué pasa con Malec
-Mare
aaaahhh porque alec haces eso a mi querido magnus
ResponderBorrarahora tendra q recperarlo
continua me encanta como escribes seguire esperando el sig cap
Recién pude leer el capítulo a pesar de que lo estuve esperando con ansias.
ResponderBorrarDebo decir que me has dejado con un nudo en el estómago que no sé como explicar y ahora tendré que buscar cosas bonitas para volver a animarme.
No sé por donde comenzar. La verdad es que me sentí identificada con Max. El miedo de no saber si tus padres volverán pero siempre teniendo la esperanza en que todo saldrá bien. Y bueno, Alec cometió un error y lo está pagando, creo que el simple hecho que Magnus no pueda ni soportar tenerlo cerca es muy doloroso para él (y también para mi). No lo culpo, ni lo odiaré por lo que hizo. Creo que por más que vivas una relación de maravilla, puedes sentirte atraído por alguien más. Y aunque el beso ocurrió por otros motivos, creo que era evidente que él sentía una atracción por Edrian. Además teniendo en cuenta que Alec nunca estuvo con nadie más aparte de Magnus.
También entiendo a Magnus,la persona que amas puede jurarte amor eterno pero si se encuentra confundida lo mejor es tomarse un tiempo y pensar bien las cosas. Pero siento que también él cometió un error. Debió ser más sincero con Alec y hablarle sobre la incomodidad que Edrian le provocaba, no debió ocultar sus celos.
No creo que no se reconcielien pero si que costará mucho. Y estoy ansiosa por saber como atravesarán esta nueva experiencia en sus vidas.
Me encanta Max y Nat, que a pesar de todo siempre buscan un espacio para ellos y apoyarse mutuamente.
De nuevo, escribes maravilloso y me haces sentir felicidad, tristeza y esperanza con tus historias. Espero que te vaya de lo mejor! Espero con ansias el siguiente capítulo, adiós <3
Aun nada sigo esperando con ansias la actualización ya casi un mes
ResponderBorrarAl menos ya falta poco para la fecha que dio de actualización ��
Borrarno puedo con esto, esto me esta matando
ResponderBorrarNooo!!! Mi corazoncito!!! Acabas de romperlo en mil pedazos, de esos que no se pueden reparar tan fácil. Te odio y amo al mismo tiempo.
ResponderBorrarMe encanta tu manera de escribir, tenés muy buenas ideas.
Seguí imaginando este mundo fantástico que está genial.